El ex candidato presidencial Sergio Massa sigue siendo ministro de Economía y ha creado un equipo de transición para ayudar a Fernández en sus contactos con Millay.
En Argentina, la transición hacia el nuevo gobierno que se formará el 10 de diciembre comenzará sin una reunión entre el presidente peronista Alberto Fernández y el presidente liberal electo Javier Millay.
La víspera, en la noche de los comicios en los que el líder del partido La Libertad Avanza (ultraderechista) confirmó su victoria sobre el oficialista Sergio Massa, la Presidencia argentina confirmó que habría un encuentro entre ambos mandatarios el lunes, feriado del Día de la Soberanía Nacional, pero no se produjo.
Según informan a EFE fuentes de la formación libertaria, algo que se sigue estilando cerca de la Casa Blanca como la estética utilizada en la noche electoral, se confirmó en el primer comunicado oficial emitido por la Presidencia electa de la República Argentina, que no está previsto que se produzca hoy.Red social cuenta X @OPEArg.
Mirei pasó el día tranquilamente en el Hotel Libertador, en un barrio acomodado de Buenos Aires, que habilitó como «búnker» electoral hace unas semanas para recibir a varios miembros de su partido político.
Según el comunicado, también habló con dignatarios extranjeros que se habían puesto en contacto con él para expresarle su apoyo.
También se mostró muy activo en el trato con la prensa, concediendo entrevistas en varias emisoras de radio, y mencionó los nombres de futuros miembros del gabinete, como Mariano Cuneo Rivarona, abogado penalista que será el futuro ministro de Justicia, y Carolina Piparo, viceministra, que estará al frente de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Ances), pero según el comunicado dijo que hasta el día de la ceremonia de asunción no se harían anuncios sobre designaciones para cargos en la futura administración.
Subrayó que Fernández y Massa tienen responsabilidad constitucional sobre la situación de los argentinos hasta el 10 de diciembre, cuando asumirá el Gobierno de Fernández.
Paralelamente, el ex candidato presidencial oficialista Sergio Massa continuará como ministro de Economía y ha conformado un equipo de transición para apoyar el contacto de Fernández con Millay, según fuentes de su cartera.
En San Fernando (provincia de Buenos Aires), varios miembros del entorno de Massa se reunieron con los perdedores de la votación del domingo para crear un grupo de trabajo que ayude a la líder peronista en la transición con el próximo jefe del Ejecutivo.
El equipo de transición económica está encabezado por el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, el asesor principal y encargado del diálogo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Leonardo Madocle, el secretario de Finanzas, Raúl Rigo, y el gobernador del Banco Central, Miguel Pesce.
Tras admitir la víspera que había perdido frente a La Libertad Avanza, Massa dijo que se tomaba un descanso de su vida política, pero fuentes cercanas a Massa dijeron a EFE que estaba considerando tomarse una licencia hasta el 9 de diciembre, pero que no anunciaría ninguna decisión hasta que Alberto y Millay se reunieran.
Según fuentes del Ministerio de Economía, el titular del partido Renovador (fuerza fusionada en la coalición peronista «Unión por la Patria») sigue al frente del Ministerio de Economía, pero no está claro si hasta el final del mandato del actual Ejecutivo o si la situación cambiará tras el primer contacto entre los dos presidentes (actual y entrante) No es así.
Y mientras la transición política avanza en esta línea, en Argentina se espera con ansiedad la situación del país. Con los mercados locales cerrados el lunes por festivo, la primera reacción de los inversores se produjo en Nueva York, donde las acciones de las empresas argentinas que cotizan en Wall Street subieron en las primeras operaciones de esta mañana.
Los mercados bursátiles y de divisas argentinos tienen grandes expectativas para la jornada del martes, que será la primera de negociación tras la victoria de Millay el domingo.
Con una inflación interanual del 142,7%, una pobreza del 40,1% y una brecha cambiaria del 200%, la situación económica del país exige medidas urgentes para devolver la calma a una sociedad que votó por un cambio radical en el periodo 2023-2027.
