(Prensa Latina) Ante las previsiones de un fuerte invierno, las autoridades de Chicago intentan dar cobijo a más de 2.000 migrantes que viven actualmente en aeropuertos, comisarías y calles de EEUU. Lo están intentando.
La situación se complica por la necesidad de encontrar también alojamiento a largo plazo para miles de migrantes ya hacinados en albergues, informa NBC News.
Sin embargo, los defensores de estos grupos dudan de que estas medidas funcionen o de que contribuyan a agravar la crisis humanitaria provocada por el traslado en autobús de miles de personas desde Texas a la ciudad de Illinois.
Hay mucho en juego en el invierno de Chicago, y no podemos permitirnos que la gente se muera de frío en nuestro hermoso estado y ciudad porque no nos dimos cuenta de esto, o que muera porque no nos dimos cuenta de esto”, dijo la directora ejecutiva del Latino Progress Institute y Carina Ayala, directora ejecutiva y presidenta del Latino Progress Institute.
Al menos 12.251 inmigrantes viven en 26 refugios gestionados por la ciudad de Chicago, mientras que otros 2.175 esperan en los aeropuertos de O’Hare y Midway y dentro y fuera de las comisarías de policía, según cifras oficiales.
Según las autoridades locales, más de 21.700 solicitantes de asilo y migrantes han llegado a Chicago desde agosto de 2022, cuando llegó a la ciudad el programa de autobuses para indocumentados a territorio demócrata, puesto en marcha por el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott.
Esta afluencia ha puesto a prueba la red de servicios sociales de Chicago. El número de camas de acogida no es suficiente para todos los necesitados. Y el proceso de trasladar a las personas de los refugios temporales a viviendas permanentes e independientes es dolorosamente lento, advierten los defensores, según señaló NBC News.
La semana pasada, el gobernador demócrata J.B. Pritzker anunció que el estado invertiría 160 millones de dólares más para solucionar los cuellos de botella en el proceso de reasentamiento de los solicitantes de asilo.
Esto incluirá 65 millones de dólares para ampliar la gestión de casos, la asistencia en materia de vivienda y los servicios jurídicos, así como 65 millones de dólares para construir hogares temporales de hibernación para un máximo de 2 000 migrantes, de modo que puedan vivir en un lugar seguro y cálido durante los meses de invierno.
Además, se destinarán 30 millones de dólares a la creación de centros de acogida.
Al mismo tiempo, el Estado reducirá de seis a tres meses las ayudas al alquiler para los solicitantes de asilo en centros de acogida.
Por su parte, el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, informó de que la ciudad empezará a limitar a 60 días la duración de la estancia en los centros de acogida.
