Durand, plusmarquista mundial en las tres distancias de la velocidad y múltiple monarca del orbe y paralímpica, conquistó en esta capital los cetros en 100 y 200 metros, pero lamentablemente resultó descalificada al término de la final de la vuelta al óvalo tras aplicarse el artículo 7.9.5 del reglamento técnico.
Omara y Yuniol vencieron con extrema facilidad, pero la atleta soltó la soga o liga que la une a su guía cuando restaba menos de un metro para cruzar la meta de la competencia.
Jorge Reinaldo Palma, director técnico de la delegación cubana en esta cita multideportiva, explicó a la prensa que dicha cuerda no puede ser soltada ni por el atleta ni por el guía hasta traspasarse la meta en cualquiera de los eventos de pista en que se concurse.
«Resulta lamentable para nuestra delegación y en particular para Omara y Yuniol, pero tras reclamar, pues no estábamos claro de lo sucedido, se nos facilitó visionar el video de la prueba y se aprecia con claridad que efectivamente infringió la regla señalada», detalló.
Compartimos el dolor de Omara, Yuniol, la entrenadora Miriam Ferrer y todos los integrantes de la delegación, pero la violación se cometió, de ahí la descalificación, apuntó Palma.
Esta hubiese representado la medalla de oro número 14 para la gacela antillana en citas multideportivas parapanamericanas, cosecha que inició en la edición de Río 2007 y siguió en Guadalajara 2011, Toronto 2015, Lima 2019 y ahora Santiago 2023.
La víspera de este fatídico desenlace, la gacela antillana declaró a Prensa Latina encontrarse en muy buenas condiciones para encarar el próximo año sus cuartos Juegos Paralímpicos y aumentar su cosecha de ocho doradas bajo los cinco aros.
Su palmarés en citas continentales podría haber concluido, pues la aventura estival en París 2024 podría resultar la última gran competencia de una de las mejores deportistas cubanas de este inicio de siglo, quien lo ha conquistado todo.