Lo bueno de las redes sociales es que pueden movilizar a millones de personas. La decisión de los jóvenes del barrio de asaltar en masa la Zona Colonial fue una advertencia de que, como éramos mayoría, teníamos el poder de visitarlos si queríamos. Es lamentable que el motivo del asalto a la zona, acompañado de alcohol y drogas, fueran 200.000 pesos.
En lugar de condenar, hay que felicitar y reconducir a Teteo. Es hora de que se reconsidere el estatus de los haitianos dominicanos, que son hijos e hijas de este país, así como de los dominico-americanos. Necesitamos un tete-a-tete para apoyar a los poetas anticanónicos que luchan contra el racismo, necesitamos un tete-a-tete contra las bandas de narcotraficantes que invaden nuestros barrios y necesitamos un tete-a-tete contra el uso policial de la pena de muerte.
La pena de muerte se aplica desde hace mucho tiempo en este país, pero sólo contra los niños populares, y los grandes crímenes, como los de los niños Lenas, los de Harley y los de Esmeralda, no implicaron la ejecución de asesinos.
Pero estos teatros implican que debemos entender lo que Fidelio Despradel le viene diciendo a la juventud popular desde hace tiempo, desde su importante experiencia de patriota de toda la vida.
Y deben entender que si no se cuidan ellos y cuidan a sus vecinos, nadie los cuidará. Tienen que preguntarse qué tienen que hacer y por dónde tienen que empezar.
¿Cómo puede el barrio organizarse eficazmente contra la pobreza extrema, la educación y la sanidad deficientes, los embarazos precoces, la mortalidad materna, la mortalidad infantil y la desnutrición, las drogas, la homofobia y el tráfico sexual? ¿Cómo pueden los jóvenes conseguir que todos escuchen y practiquen lo que recomiendan? ¿Cómo luchar contra el hambre, que corroe a la juventud por falta de empleo?
La Zona Colonial pertenece a todos los ciudadanos de este país. Un teteo puede atraer grandes multitudes en los días en que los museos son gratuitos, otro en las ferias del libro, otro en la Biblioteca Nacional, otro en la Plaza de la Cultura donde se encuentran otros museos y galerías de arte moderno. A estos los llamamos «teteos culturales».
¿Necesita un premio?
Las 300 primeras personas que lleguen recibirán CD, juegos infantiles, libros ilustrados y camisetas compradas por el Estado a los artistas.