Una canción de tres minutos ayuda a las personas en situación de pobreza a superar sus complejos. Esto es lo que ocurre en la canción ‘Poeta’, de Francisco Antonio Peralta. Sin embargo, el 99% de sus contactos de WhatsApp se refieren a él como KR (Quiros de Lap).
Con letras de alto vuelo intelectual, KR nos muestra la importancia de cambiar la narrativa de barrios lúgubres de San Cristóbal como Geringa a través de un líder social (poeta) que se enfrenta a la narrativa hegemónica de opresión sistémica simbolizada por la corrupción, y para evitar ser condenado a 10 años por robo Levantar un grito a favor de la visualización de la dignidad de los seres sociales que tuvieron que abrirse paso haciendo el mínimo trabajo.
Palabras, redención humana a través de la oración, poesía escrita y cantada, lápices que caen como espadas, que nos recuerdan de dónde venimos, que nos hacen pensar en lo que realmente somos, en el sentimiento que damos a cada letra, en todo lo que falta, y que no falta al poeta. Debido a esta letra, la canción «Poeta» del álbum Un Poeta en Oferta no se incluyó en los productos promocionados por las grandes discográficas. Esto se debe a que la industria cultural hegemónica del país no premia este tipo de discurso. Más bien, lo censura e intenta ocultarlo bajo marcas de marketing más sofisticadas, como el Dembow comercial.
A KR no se le invita a participar en la publicidad artística más importante. Esto se debe a que lo que se presenta en canciones como Poeta es más bien la marginación social por parte de una industria cultural hegemónica que pretende sexualizar todos los ámbitos de la vida y promover una imagen ridiculizada de la juventud. Sus poemas intentan desenmascarar la narrativa de que sólo a través de las drogas y las diversas formas de violencia, empezando por el discurso del odio en el ágora social, la estigmatización política, en el seno de la familia, contra las mujeres y los niños, es posible alcanzar el éxito que el statu quo necesita para presentarse como vencedor.
Poeta habla finalmente de Aníbal Montaño. Era un joven pulpero (colmadero) cuyo lema era «Nada de arroz, pero mucha poesía». Un intelectual local que no aparece en las grandes enciclopedias como Wikipedia, un hombre que inspiró todo un movimiento cultural liderado por una fundación que lleva su nombre, tratando de promover el arte como medio para separar a un ser social pobre y marginado de una realidad que le aprisionaba y le hacía hablar en susurros contra la injusticia La película es una obra de arte.
La letra recuerda al poeta peruano César Vallejo, que luchó, como su viejo, por la esperanza de cambio de que este tipo de rap social evitara ver a muchos niños mendigando frente a la heladería ‘Boom’ del parque Piedras Vivas de San Cristóbal. Habla de cómo trae a primer plano la memoria de los que estuvieron o están luchando.
