MADRID.(larazon.es) . Un cabello limpio y sano es el objetivo de la mayoría de las personas, y lavarlo a diario forma parte habitual de las rutinas de cuidado personal. Sin embargo, expertos en dermatología y cuidado capilar han identificado las razones por las que no es recomendable lavarse el pelo a diario.
Pérdida de aceites naturales
Una de las principales razones es que el lavado diario del cabello provoca la pérdida de los aceites naturales que segrega el cuero cabelludo. Estos aceites son esenciales para hidratar y proteger el cabello. El lavado diario elimina un exceso de éstos, dejando el cabello seco y quebradizo.
Daños en el cuero cabelludo.
El uso continuado de champú y agua caliente puede irritar el cuero cabelludo y provocar sequedad, picores y descamación. El lavado excesivo también puede aumentar la sensibilidad del cuero cabelludo.
Productos químicos.
El uso frecuente de champús y otros productos químicos puede provocar una exposición prolongada a sustancias químicas nocivas.
Tiempo y esfuerzo
Lavarse el pelo todos los días es una tarea que consume tiempo y esfuerzo. Reducir la frecuencia de lavado puede ahorrar tiempo en la rutina diaria y reducir el estrés que supone el cuidado del cabello.
Los expertos en cuidado capilar recomiendan que, en lugar de lavarse el pelo todos los días, la mayoría de la gente se lo lave cada dos o tres días, ajustando la frecuencia según las necesidades individuales y el tipo de cabello.
Consulta a un dermatólogo o estilista para obtener orientación personalizada sobre cómo mantener un cabello sano.
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Uso correcto de las toallas
Utiliza correctamente las toallas y mejora la higiene en casa. Dado que este accesorio desempeña un papel importante en la higiene personal, debe utilizarse siempre con cuidado para evitar la proliferación de bacterias y hongos en el hogar y en el cuerpo.
Algunas personas se preguntarán por qué tienen que lavar las toallas con regularidad si las utilizan para secarse después de ducharse, cuando su cuerpo debería estar limpio y libre de gérmenes.
Al bañarse, algunos de los gérmenes se adhieren a las toallas y permanecen en ellas hasta que se lavan.
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Como bañarse es una actividad diaria repetida, la transferencia de microorganismos rara vez termina, es como un círculo vicioso, y aunque estos microorganismos son invisibles al ojo humano, es un hecho que mantienen la vida en el tejido y amenazan la salud de la piel.
Imagínese millones de gérmenes caminando por ahí y podrá ver lo antihigiénicas que serían si se lavaran cada dos semanas o incluso más a menudo. Por esta sencilla razón, un consejo para usar correctamente las toallas es que los paños que utilices para secarte después de una relajante ducha se laven al menos una vez a la semana.
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Si las toallas que utilizas para la limpieza diaria en casa están expuestas a tantas bacterias, imagínate la cantidad de bacterias que habrá en las toallas que utilizas para ir al gimnasio. Diferentes formas de secar las toallas
Los calentadores son accesorios que nos hacen la vida más fácil, pero no son la mejor forma de mantener la higiene en el hogar, a menos que se disponga de un calentador eléctrico ideal para secar las toallas en poco tiempo y evitar la humedad en el cuarto de ducha.
Si no tiene un calefactor eléctrico en casa y utiliza un calefactor eléctrico antiguo, le recomendamos secar las toallas lo más apretadas posible para que se sequen uniformemente y evitar la aparición de moho indeseable.
Las ventanas y puertas deben mantenerse abiertas en la medida de lo posible para mejorar la ventilación. Si se dejan arrugadas en la cama, los gérmenes pueden transferirse a la ropa de cama. Los gérmenes pueden transferirse a la ropa de cama. Si no se dispone de un toallero eléctrico o de un lugar seco en casa, un lugar donde tomar el sol durante el día es perfecto.
individuales.
Camisetas Seligrafiadas cree que lo mejor es que cada miembro de la familia tenga su propia toalla. Aunque se laven con frecuencia, no es higiénico compartirlas entre los miembros de la familia.
En cuanto a las toallas de manos, no deben compartirse y deben cambiarse a diario, ya que casi siempre están húmedas y, por tanto, conllevan un alto riesgo de transmisión de gérmenes.
No es aconsejable utilizar las mismas toallas que se usan para limpiarse el cuerpo, ya que la piel de la cara es más delicada, a diferencia del resto del cuerpo.
Utilice las toallas correctamente y proteja su hogar de gérmenes y amenazas para la salud de la piel.