La sala de exposiciones temporales del Centro Mirador acogerá ‘Portadoras de Luz’, una celebración de arte y poesía que aúna la sensibilidad y el talento de artistas plásticos y poetas.
A partir del lunes 27 de noviembre, las Portadoras de Luz y el Centro Mirador rendirán homenaje a las Hermanas Mirabal con una iniciativa de apoyo a la conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer.
Esta es la cuarta edición de Portadoras de Luz, en la que han participado los reconocidos artistas plásticos Julio Natera (fallecido), Benhamín Cruz, Joel Goner y Nelson Barrera, creando obras que respetan los valores y derechos de la mujer.
Portadoras de Luz es un proyecto expositivo de arte y poesía nacido en 2016, que pretende apoyar a las mujeres desde la perspectiva de la supervivencia al proceso de violencia doméstica, abordando esta problemática con un mensaje de esperanza y liberación de la interiorización de este tipo de agresiones, con autores Se apoya en las miradas textuales de Maribel Contreras e Ibeth Guzmán.
Artista visual.
El poeta y crítico Abil Peralta explica que «cada uno en su estilo».
Joel Gonel, con su enfoque contemporáneo, utiliza el color y la forma para captar emociones intensas y reflejar la agitación y la resistencia de las víctimas. A través de su arte, se centra en la dura realidad de la violencia en su obra, que es a la vez un grito de dolor y una llamada a la acción.
En el caso de Benhamin Cruz, invitado permanente del proyecto, es un artista revelación del arte nacional de las dos últimas décadas. Es un pintor que no teme lanzarse al lienzo o al papel y dejar que su creatividad explote una vez que ha activado las herramientas de su paleta.
Julio Natera, por su parte, es conocido por su integración de la tecnología en el arte, utilizando elementos multimedia para mostrar cómo la violencia de género trasciende los límites físicos y penetra en los aspectos más íntimos de la vida.
En el caso del escultor y pintor Nelson Barrera, el uso de la tridimensionalidad y la textura en su obra ilustra la complejidad y la estratificación del trauma experimentado por las mujeres.
Peralta sostiene que, a pesar de sus diferentes estilos, estos artistas comparten el objetivo común de concienciar sobre la violencia contra las mujeres. Sus obras no sólo captan el sufrimiento, sino que crean una conexión emocional con el espectador, animándole a reflexionar y, en última instancia, a empatizar con esta dolorosa realidad. La exposición se convierte en un espacio de empatía y comprensión, donde el arte funciona como espejo de la experiencia vivida y catalizador del cambio social.
El proyecto fue coordinado por Maribel Contreras, directora del Centro Mirador Purísima De León, quien coincidió en el valor de la sinergia entre el arte visual y la literatura para promover cambios sociales y estructurales en las relaciones humanas con el fin de erradicar la violencia contra las mujeres. La museografía y los estudios críticos corrieron a cargo del poeta y crítico Abir Peralta.
El arte de la palabra y el arte de la imagen, cuando se juntan, es como ponerle un amplificador a un mensaje, porque toca varias fibras que nos llevan de la introspección a la emoción. No hay erudición sin arte y sin emoción, dice Doña Purusima.