El ultraliberal Javier Millay, que será presidente de Argentina a partir del 10 de diciembre, imagina un país donde la moneda oficial sea el dólar y no exista un banco central.
El ultraliberal Javier Millay, que será presidente de Argentina a partir del 10 de diciembre, imagina un país donde la moneda oficial sea el dólar y no exista un banco central como forma de evitar la inflación crónica.
Varios países latinoamericanos se han pasado oficialmente o de facto al dólar. Lo hicieron en busca de una solución al fenómeno hiperinflacionario, o casi, pero en cada caso con la esperanza de una estabilidad económica y financiera que no podían obtener con sus propias monedas.
Ecuador, con una población de 17 millones de habitantes, adoptó el dólar en marzo de 2000 para salir de una grave crisis bancaria que había causado pérdidas de 5.000 millones de dólares y llevado a la quiebra a miles de personas. Los precios subieron y se temió una hiperinflación.
Desde el punto de vista operativo, el cambio del Sucre al dólar se produjo tras el cierre de bancos y la congelación temporal del 50% de los depósitos durante la crisis financiera.
A través de este mecanismo, Ecuador logró bajos niveles de inflación a pesar de los periodos de deflación; se prevé una inflación anual del 3,10% hasta 2023.
Para el público ecuatoriano, las implicaciones son diversas. Josefina Arboleda, de 70 años, dijo a AFP que la dolarización ha encarecido todo y le ha complicado la vida.
Los expertos dicen que ha ayudado a frenar la inflación y a estabilizar la economía. Echo de menos Sucre
El Salvador, con 6,3 millones de habitantes, pasó del colón al dólar el 1 de enero de 2001. El Gobierno de Francisco Flores (1999-2004) intentó hacer el país más atractivo para la inversión extranjera y reducir el riesgo de devaluación.
La dolarización también tuvo efectos adversos. El coste de la vida subió. Cuando se introdujo el dólar, los precios de los bienes y servicios se dispararon y son los más pobres los que siguen pagando el precio. No tenemos política monetaria. Dependemos del uso que haga Estados Unidos de su moneda», afirma el economista independiente César Villalona.
Myrna Hernández, de 53 años, comerciante de frutas y verduras en San Salvador, declaró a la AFP.
Panamá es el país latinoamericano donde el dólar ha sido la moneda oficial durante más tiempo, junto a la moneda regional, el balboa.
Los billetes estadounidenses se utilizan desde 1904, poco después de que Panamá se independizara de Colombia y de que la construcción del Canal de Panamá, bajo control panameño desde 1999, acercara el país a Estados Unidos.
Los balboas sólo se acuñan en monedas, no en billetes, y el sector público los utiliza únicamente con fines contables.
Panamá tiene una población de 4,2 millones de habitantes y una tasa de inflación inferior al 3% anual.
Venezuela lleva dolarizándose de manera informal desde finales de 2018, cuando el Gobierno relajó los estrictos controles de cambio como válvula de escape a una grave crisis.
Para entonces, el país de 28 millones de habitantes había vivido sus primeros años de hiperinflación y escasez de su moneda, el bolívar.
En la dolarización de facto intervinieron varios factores generales. Estructuralmente, fue la alta inflación, pero también hubo otros factores, como la crisis eléctrica, recuerda Henkel García, analista económico de Albsdata. Sin electricidad, los puntos de pago con tarjeta dejaron de funcionar y, ante la escasez de bolívares en efectivo, el dólar se convirtió en la alternativa natural. La fuerte caída del valor del bolívar hizo que se necesitaran grandes cantidades de efectivo para pagar bienes y servicios.
Cuatro años después, el país ha salido de la hiperinflación, pero sigue siendo uno de los más inflacionistas del mundo. Según el Banco Central, la inflación interanual se situó en septiembre en el 317%.
Paradójicamente, según los economistas, el billete verde, símbolo del imperialismo estadounidense y considerado enemigo de la revolución, se ha convertido en la moneda de mayor circulación.
En algunos países latinoamericanos, los dólares se utilizan para comprar bienes y servicios, los alquileres se contratan en dólares, las cuentas bancarias se abren en moneda estadounidense y se pueden retirar dólares directamente de los cajeros automáticos.