Moscú (EFE) – La agencia espacial rusa Roscosmos ha conmemorado el 35 aniversario de «Blahn», una réplica del transbordador estadounidense que no tuvo continuidad debido al colapso de la Unión Soviética. Se conmemoraba el 35 aniversario del único vuelo del transbordador.
Roscosmos desclasificó el miércoles varios documentos y fotografías secretos relativos a su programa de vuelos automatizados y al cohete propulsor Energia y sus motores.
El vuelo de Buran, que orbitó la Tierra dos veces y aterrizó en el cosmódromo de Baikonur (Kazajstán), marcó también el final de la carrera espacial.
Si nos hubieran escuchado, habríamos volado antes que los estadounidenses. Pero no fue así y perdimos la carrera espacial con los estadounidenses», declaró entonces a Efe el astronauta Igor Volk, que debía pilotar el segundo vuelo.
El lanzamiento de Buran (que significa «ventisca») debía abrir una nueva fase en la carrera espacial, pero en realidad fue el último intento de la Unión Soviética de seguir el ritmo de Estados Unidos en la conquista del espacio exterior.
Chernok (transbordador en ruso) dio dos vueltas a la Tierra (205 minutos) el 15 de noviembre de 1988 y su sucesor, Buria, ni siquiera llegó a despegar.
El vuelo fue automático, un gran logro en la historia de la conquista espacial. De hecho, según los expertos soviéticos y rusos, el Buran era más avanzado, más potente y más aerodinámico que el Discovery estadounidense.
El entonces Presidente estadounidense Richard Nixon aprobó el ambicioso programa del transbordador espacial en 1972, y el Kremlin tardó cuatro años en hacer lo propio (1976), pero una vez aprobado, invirtió enormes sumas de dinero.
El entonces líder soviético, Mijail Gorbachov, se mostró reacio a aprobar el lanzamiento porque no quería chocar con Occidente durante las negociaciones de desarme con Washington, pero finalmente dio el visto bueno.
El mayor problema, sin embargo, fueron los retrasos técnicos debidos a la falta de memoria de trabajo y equipos digitales, que dispararon el coste de construcción del Buran.
El transbordador soviético se diseñó exclusivamente con fines militares y pronto quedaría obsoleto. El Kremlin no estaba dispuesto a aceptar el transbordador soviético porque sospechaba que el Pentágono quería crear un sistema espacial universal que dominara todo el planeta y proclamara la victoria en la Guerra de las Galaxias.
Mientras que el transbordador estadounidense realizó 135 misiones y siguió volando hasta 2011, Rusia optó por seguir desarrollando su nave espacial tripulada Soyuz.
En 2002, el tejado de un edificio industrial de Baikonur se derrumbó, destruyendo el Buran.