Economicas

Lo más trágico de la tormenta tropical que azotó el territorio nacional

Screenshot 2023 11 21T122255.923
Screenshot 2023 11 21T122255.923
El presidente Luis Abinader se apresuró a declarar el estado de emergencia en respuesta a la situación y para hacer frente a los daños aún no cuantificados causados por las lluvias torrenciales.

Lo más trágico de la tormenta tropical que azotó el territorio el sábado fue la muerte por aplastamiento de nueve personas que viajaban en un automóvil, provocada por el derrumbe de un muro en la cuesta de Febrero 27 y la calle Máximo Gómez, en Santo Domingo. El accidente puso de manifiesto, sobre todo, la vulnerabilidad de los edificios públicos.

Hubo otras víctimas mortales en la ciudad, y el informe preliminar del Comité de Emergencia (COE) cifra en 21 los fallecidos, incluidos los de otros puntos, pero es seguro que la cifra se acercará a los 30.

Las víctimas humanas por las fuertes lluvias, el aislamiento de las comunidades, los edificios agrietados y las casas destruidas, la pérdida de electricidad, la interrupción del tráfico debido a las inundaciones y la crecida de ríos, arroyos, lagunas y barrancos son habituales. Y, por desgracia, la gente no siempre coopera con su propia seguridad siguiendo las directrices o tomando precauciones por sí misma.

En algunas zonas, muchas personas salieron a la calle para disfrutar de la lluvia; en otras, observaron la magnitud de la inundación desde distintos ángulos, como si se tratara de un espectáculo. Según los informes, el fenómeno atmosférico también se cobró víctimas y causó importantes daños materiales en estados como San José de Ocoa, Azua, Barahona y Juan Sánchez Ramírez.

El presidente Luis Abinader se apresuró a declarar el estado de emergencia en respuesta a la situación y para hacer frente a los daños aún no cuantificados causados por las lluvias torrenciales. Hacía mucho tiempo que no se veía tanta agua en tan poco tiempo.

Pero aparte de lamentar la pérdida de vidas y los millones de dólares en daños materiales, tenemos que afrontar la realidad. Además de los llamamientos y los equipos de socorro, parece que hay que medir con más precisión la magnitud del fenómeno y tomar medidas preventivas con más vigor.

Estos fenómenos, que causan tanto dolor e impotencia, ponen de relieve, entre otros factores, la precariedad de los servicios y edificios de todo tipo, y son una lección para todos los sectores.

TRA Digital

GRATIS
VER