Tras ocho semanas de juicio, un jurado ha declarado hoy al Johns Hopkins All Children’s Hospital de San Petersburgo, en la costa oeste de Florida, responsable del secuestro de la menor Maya Kowalski y de llevar a su madre al suicidio. El hospital admitió su responsabilidad en los siete cargos, incluido el incidente.
El jurado dictaminó que el hospital debe indemnizar a la familia de Maya Kowalski, protagonista del documental.
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Otros cargos incluían detención ilegal, negligencia médica, facturación fraudulenta y agresión contra una menor ingresada en el centro médico en 2016 alegando que su madre le había administrado medicación de forma irresponsable.
El jurado consideró que el hospital incurrió en una conducta extrema y escandalosa en el tratamiento de Maya, que tenía 10 años en ese momento.
De niña, a Maya le diagnosticaron síndrome de dolor regional complejo (SDRC), un raro trastorno neurológico que provoca fuertes dolores al menor contacto, según el documental.
En 2016, cuando Maya ingresó en el hospital con dolor de estómago, el servicio de salud denunció a su madre, Beata Kowalski, ante el Departamento para la Infancia y las Familias (DCF) por tratar a la niña con un medicamento llamado ketamina, que según la madre ayudaba a aliviar el dolor.
La madre fue acusada de maltrato infantil y se suicidó en enero de 2017, a los 43 años, tras estar separada de su hija durante más de dos meses.
El documental retrata el drama familiar y el largo proceso por el que pasó la familia para que el caso fuera admitido por el tribunal.
Según el Tampa Bay Times, la familia Kowalski recibirá más de 211 millones de dólares por daños y perjuicios.
La indemnización se concedió por la decisión del hospital de encerrar a la niña en una habitación con videovigilancia durante 48 horas, quitarle los pantalones cortos e incluso el sujetador deportivo, y fotografiarla, sin el permiso de sus padres ni del tribunal.