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Vicente García navega entre Espuma y Arrecife.

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Al ritmo de la bachata de Kingston y La Tambora, en Merengue de Enramada, los visitantes del Pabellón de Voleibol del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte la noche del sábado, bailaron con Vicente Ga.

Al ritmo de la bachata de Kingston y La Tambora, en Merengue de Enramada, los visitantes del Pabellón de Voleibol del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte la noche del sábado, bailaron con Vicente García.

El dominicano, que se ha consolidado como uno de los favoritos de los amantes de la buena música, ofreció un excelente concierto, producido por SD Concerts.

El yeyo, Ahí ahí ahí, Un conuco y una flor, Candela, Mal de amor, Dulcito de coco y Mi balcón formaron parte del repertorio del cantautor y músico.

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Santo Domingo, buenas noches. Estoy feliz de estar aquí en mi ciudad natal», dijo el artista.

Con su característico estilo desenfadado, Vicente recordó cómo, en un escenario minimalista, coreaba cada canción de principio a fin, ganándose el cariño y el apoyo del público sin restringir el baile.

García entretuvo al público no sólo con su característico canto, sino también con el aspecto musical de tocar múltiples instrumentos.

Aunque el pabellón no se llenó durante el espectáculo, muchos de los asistentes corearon canciones de éxito como «Cuando baje el sol», «Carmesí» y «Te soñé».

El público vibró con la misma enérgica melodía de Entre Luca y Juan Mejía, que cantaron juntos los únicos invitados de la noche, Richie Oriach y Vicente, y el recinto se animó aún más.

Ganador de un Grammy Latino, la riqueza musical de Vicente seguirá sin duda en ascenso. Eso quedará patente cuando publique su próximo disco de salsa y canciones, dijo en el concierto, que empezó a las 09:39 y terminó pasadas las 11:00 con una samba. Tras el concierto, Vicente recibió a algunos fans entre bastidores.

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