El abogado y profesor Pedro Gálvez pide a los hombres que rompan el tabú y se sometan a revisiones preventivas.
Pedro Fausto Gálvez, abogado, profesor y funcionario de 58 años, llevaba una vida activa hasta el pasado mes de octubre, cuando le diagnosticaron de repente un cáncer de próstata en estadio avanzado con secuelas óseas, recibió radioterapia y ya no podía caminar.
Todo empezó el pasado mes de octubre, cuando le llevaron a urgencias por un dolor de espalda.
En aquel momento se trató como una enfermedad muscular, pero las molestias persistían y siguió acudiendo al médico y, tras varias pruebas y biopsias, se descubrió que tenía cáncer de próstata. El cáncer de próstata es el tipo de cáncer número uno en la población masculina dominicana, con el agravante de que la mayoría son diagnosticados en una etapa tardía.
Confiesa que el diagnóstico le ha afectado mucho y ha interferido con su familia y su trabajo, pero ha decidido que no puede quedarse de brazos cruzados y ha decidido abandonar los tabúes y miedos que aún persisten en torno a los exámenes preventivos de próstata y decirles a los hombres que cualquiera puede contraer esta enfermedad. Estoy intentando enviar un mensaje.
Ahora que estoy en tratamiento, veo a hombres de todas las edades, incluso jóvenes, que están pasando por lo mismo que yo. Y me enseñaron que los hombres tenemos un tabú contra los chequeos preventivos’, dice Gálvez en entrevista con LISTÍN DIARIO.
No por gusto.
Gálvez lleva 29 años casado con Mirelis Jiménez, es padre de cuatro hijos, abogado, profesor y coordinador de investigaciones de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).
También es oficial de litigios y antisoborno de la Autoridad de Aeropuertos Dominicanos. También participa en varias comunidades de la Iglesia Católica, como la Pastoral Familiar, el Encuentro de Novios Católicos y Madre Teresa de Calcuta, y el programa de radio Los juristas y el pueblo. También es presentador.
Ha desarrollado una larga carrera profesional en el sector público y privado, durante la cual nunca ha causado baja por motivos de salud. Esto se debe a que siempre ha gozado de buena salud y se ha sometido a revisiones médicas periódicas.
Dice que las revisiones periódicas de próstata no deben verse como un juego ni tomarse a la ligera. El único signo que notó fue que orinaba con mucha frecuencia.
Cuando se le descubrió la enfermedad en el estadio 4, la junta médica que le trataba en la Clínica Abreu decidió que la cirugía no era aconsejable, ya que su sistema óseo estaba afectado, y le explicó que se sometería a 30 sesiones de radioterapia, cuyos resultados determinarían si se le administraría quimioterapia.
Sobre la orientación.
Dijo que su vida había cambiado al 100%. La única actividad que podía hacer era dar clases virtuales, y una de las lecciones que le enseñó este diagnóstico fue que no debía pensar sólo en su trabajo diario.
Insta a la gente a cuidar de su propia salud y a ayudar a los demás, ya que su caso ha inspirado a muchos amigos y colegas a buscar consejo médico.
También cree que las autoridades sanitarias de la República Dominicana deben ser más proactivas en materia de prevención, y que el propio sistema debe avanzar en un plan de salud en el que se busque a las personas que no acuden cuando es el momento de hacerse un chequeo preventivo.
Esto ahorraría mucho dinero al Estado y evitaría mucho sufrimiento y destrucción a las familias dominicanas, dice Gálvez. Puntos débiles.
Según un estudio publicado este año por el Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (Incart), más del 50% de los pacientes con cáncer tratados en el centro en un periodo de cinco años han alcanzado los estadios 3 y 4 de la enfermedad.
El cáncer de próstata sigue siendo el número uno en hombres y el de mama en mujeres, mientras que el de pulmón empieza a aparecer en las estadísticas del Centro tanto en hombres como en mujeres, principalmente en relación con el tabaco.
La edad de aparición del cáncer es más frecuente a partir de los 30 años en las mujeres y de los 40 en los hombres.