NUEVA YORK – El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo que la acusación del expresidente Donald J. Trump distorsionó las primarias presidenciales republicanas, reconociendo tácitamente que los problemas legales del expresidente le ayudaron.
Si algo podría haber cambiado, Trump no debería haber sido acusado de nada, dijo DeSantis a David Brody de la Red de Televisión Cristiana en una entrevista emitida el jueves.
Las acusaciones lo han desordenado todo y han absorbido todo el oxígeno, añadió.
A pocas semanas de que los ciudadanos de Iowa emitan sus primeros votos, la campaña de DeSantis está luchando por recortar distancias con Trump y tiene que centrarse más en la carrera por el segundo puesto con la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley.
Cuando DeSantis entró en la campaña en mayo, fue ampliamente visto como el retador más probable de Trump.
Esa reputación se desvaneció a medida que la campaña de DeSantis se esforzaba por articular un mensaje eficaz, luchaba por organizarse en estados clave de las primeras primarias y sufría una agitación interna.
La semana pasada, el estratega jefe del super PAC de DeSantis, Jeff Law, dimitió.
DeSantis no dio más detalles sobre sus declaraciones y apenas mencionó a Trump en un mitin de campaña en la caseta de la Asociación de Veteranos en Coralville, Iowa, este jueves por la mañana.
Tampoco aceptó preguntas de los periodistas tras el acto.
DeSantis había expresado anteriormente su frustración por la atención prestada a los diversos asuntos legales de Trump.
DeSantis dijo a los periodistas en un acto de campaña en Des Moines el miércoles.
Lo que queremos es un referéndum sobre el fracaso de la administración Biden”.
Los aliados y partidarios de Trump sostienen que las acusaciones en su contra han impulsado su ascenso y lo han fortalecido como candidato.
Aunque actualmente se enfrenta a cuatro acusaciones y 91 cargos por delitos graves, Trump mantiene una ventaja sustancial.
Una nueva encuesta realizada por The New York Times y el Siena College muestra que muchos votantes republicanos siguen apoyando el regreso de Trump a la presidencia, a pesar de que creen que ha cometido delitos federales.