Demencia es un término general para una serie de trastornos neurológicos progresivos que afectan a la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Existen al menos 200 tipos distintos de demencia, cada uno con síntomas, causas y tratamientos diferentes; según Race Against Dementia, la enfermedad de Alzheimer representa entre el 60 y el 80% de los pacientes con demencia.
Para el diagnóstico precoz y el tratamiento del Alzheimer, investigadores de la Universidad de Michigan (UM) relacionaron dos biomarcadores sanguíneos con cambios en la función cognitiva de mujeres de mediana edad, lo que podría abrir importantes vías para la detección precoz y la intervención no invasiva en esta y otras demencias.
La enfermedad de Alzheimer está causada por el depósito tóxico de β-amiloide, una proteína de señalización, en el cerebro, sobre todo entre las células nerviosas, que destruye gradualmente el esqueleto neuronal interno y provoca síntomas de deterioro cognitivo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 55 millones de personas padecen demencia en el mundo (ilustración: Infobae).
Como actualmente no existe cura, los tratamientos médicos tienen como objetivo tratar los síntomas y ralentizar la progresión de la enfermedad. Sin embargo, en los últimos años, la ciencia se ha centrado en ciertos indicadores del cuerpo humano que pueden predecir la aparición de la demencia. Los biomarcadores son sustancias que indican una condición biológica.
En este estudio se analizaron dos biomarcadores del suero sanguíneo -el amiloide-β (Aβ)42, la proporción Aβ42/40 y la tau fosforilada 181 (p-tau181)-, se siguieron sus niveles en mujeres de mediana edad y se compararon los resultados de una serie de pruebas de función neurológica. El estudio se publicó en la revista Alzheimer’s & Dementia.
El análisis demostró que los niveles más altos de p-tau181 se asociaban a un deterioro cognitivo más rápido y, del mismo modo, los niveles más bajos de AB42/40 se asociaban a un deterioro cognitivo más rápido.
Los resultados sugieren que la evaluación de los biomarcadores sanguíneos de la enfermedad de Alzheimer en la mediana edad puede ser un predictor precoz del deterioro cognitivo y brindar la oportunidad de detectar y prevenir la demencia irreversible antes de que se desarrolle, señaló Wang.
Además del potencial de intervención precoz en la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, las pruebas de biomarcadores sanguíneos, como la estudiada aquí, podrían conducir a métodos de análisis neurológicos menos invasivos y más baratos.
Es importante señalar que la presencia de los biomarcadores analizados en este estudio no significa necesariamente la presencia de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, sí sabemos que es una parte central de los cambios neuropatológicos. Es importante conocer estos cambios patológicos lo antes posible».
Los investigadores estudiaron a mujeres de mediana edad debido a dos cambios importantes: la menopausia y el aumento de los factores de riesgo cardiometabólico (Gettyimages).
Se eligió la mediana edad como periodo importante para la evaluación e identificación del deterioro cognitivo debido a dos cambios importantes en las mujeres:
1. la menopausia, caracterizada por una rápida disminución de los niveles de estrógenos y cambios ováricos irreversibles, que provocan cambios en la función cognitiva.
2. El aumento de los factores de riesgo cardiometabólico, como la hipertensión y la diabetes. El Sr. Wang subrayó que, aunque las conclusiones se basan en una muestra muy pequeña, los resultados son prometedores y proporcionan una base importante para estudios que utilicen muestras más amplias y diversas.