Santo Domingo – El canciller dominicano, Roberto Álvarez, dijo este jueves que es necesario el diálogo entre ambos países en torno a la construcción de un canal en el río Dajabón (conocido en Haití como la «Masacre».
Asistido por el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, el canciller, quien asistió a una reunión conjunta de las comisiones permanentes de Asuntos Militares, Asuntos Fronterizos y Diplomacia y Cooperación Internacional, expuso la posición del Gobierno dominicano sobre la polémica construcción del canal por parte de Haití y las acciones diplomáticas emprendidas al respecto.
Según un comunicado de la Cancillería, el ministro señaló que el tema se ha politizado y el canal se ha convertido en un bastión del nacionalismo haitiano, involucrando a varios sectores del Estado, incluyendo a bandidos armados.
El diplomático dijo que desde abril de 2021, cuando el Gabinete dominicano se enteró de la construcción del canal, exige la paralización de la obra, ya que viola el Tratado de Paz, Amistad Permanente y Arbitraje de 1929 entre ambos países.
El ministro Álvarez dijo que ya en mayo de 2021 hubo una reunión entre ambos países para tratar el tema y que en su declaración conjunta no se acordó ninguna construcción del canal, sino que por el contrario se mantuvo la exigencia de detener las obras y presentar los estudios pertinentes.
El ministro advirtió que, según los análisis técnicos dominicanos, el canal causaría graves daños al medio ambiente en ambos países y podría provocar inundaciones en Haití y República Dominicana con la crecida de los ríos.
Por ello, se solicitó la ayuda de la Organización de Estados Americanos (OEA), una delegación de la cual visitó la isla en octubre.
En opinión del ministro, aún quedan alternativas por considerar para resolver este conflicto (ya hay experiencia de gestión conjunta de aguas en el sur del país) y existe potencial de cooperación para implementar alternativas técnica y ambientalmente viables.
La crisis por el canal del fronterizo río Dajabón ha empeorado las relaciones entre ambos países, y el 15 de septiembre el Gobierno dominicano decidió, entre otras cosas, cerrar completamente la frontera y suspender la emisión de visados.
Un mes después, la República Dominicana flexibilizó comercialmente el cierre de la frontera, pero Haití se niega ahora a reabrir el mercado bilateral.
