PEKÍN — China ha anunciado hoy nuevas normas para limitar el gasto y las recompensas que fomentan los videojuegos como parte de las medidas para prevenir la adicción a los videojuegos.
La nueva normativa, publicada el viernes por la Administración General Estatal de Prensa, Publicación y Publicidad, el organismo regulador de las publicaciones impresas y digitales, establece límites de gasto para los juegos en línea y prohíbe a los jugadores gastar más de una cantidad indeterminada al mes.
El anuncio de la normativa hizo caer en picado los precios de las acciones de las principales empresas de videojuegos del gigante asiático.
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Las acciones de Tencent, el mayor distribuidor de juegos del mundo, cayeron hasta un 12% en la Bolsa de Hong Kong, mientras que la cotización de su rival NetEase cayó hasta un 25%.
La concesión de licencias para nuevos juegos se reanudó en 2022, pero continuaron las regulaciones para controlar el gasto durante el juego.
Las nuevas normativas también prohibieron los sorteos basados en probabilidades para menores, la especulación y las subastas de artículos de juegos virtuales.
Además, se propone que los reguladores dispongan de 60 días para tramitar las aprobaciones de juegos y que todos los servidores de datos estén ubicados en territorio chino.
En 2021, las autoridades chinas restringieron el acceso de los menores a los juegos en línea a tres horas semanales, con el objetivo de proteger eficazmente la salud mental y física y el desarrollo saludable de los jóvenes.
Las restricciones de 2021 hicieron de 2022 el año más difícil para la industria china de los videojuegos, con una disminución de los ingresos.
Sin embargo, una forma especial de deportes electrónicos (conocidos como e-sports) hizo que el mercado chino de videojuegos volviera a crecer, con un aumento del 13% en 2023, aunque el número de usuarios solo creció un 0,1% interanual y los ingresos cayeron un 1,31% interanual.
El número de jugadores de deportes electrónicos alcanzó los 488 millones este año en un país con una población de más de 1.400 millones de habitantes, según cifras oficiales de Pekín.
