(EFE) — El exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani fue condenado ayer a pagar 148 millones de dólares por los cargos de difamación contra dos trabajadores electorales de Georgia que le acusaron de amañar las elecciones presidenciales de 2020.
Giuliani, exabogado del expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021), acusó a Ruby Freeman y a su hija Shay Moss de amañar sin pruebas los resultados en Georgia, donde el demócrata Joe Biden derrotó por estrecho margen a Trump.
Un juez federal de Washington dictaminó en agosto que Giuliani era culpable de difamar a las dos mujeres y, tras dos días de deliberaciones, un jurado popular dictaminó ayer que Giuliani debía pagar 148 millones de dólares por daños y perjuicios a las víctimas.
Según informes locales, Giuliani se enfrenta a una serie de problemas financieros y aún no ha pagado la multa de 200.000 dólares que se le impuso en agosto por el mismo incidente.
‘No me arrepiento de nada’, dijo el político republicano fuera del tribunal, repitiendo ante la prensa su teoría de la conspiración de que las elecciones de 2020 fueron amañadas.
Shay Moss dijo a los periodistas que las mentiras de Giuliani habían cambiado su vida y la de su madre y que los últimos dos años habían sido devastadores para ellas.
En 2020, Giuliani y la campaña de Trump difundieron un vídeo de Rubi Freeman y Shay Moss en un colegio electoral de Georgia, afirmando falsamente que las mujeres llevaban maletas llenas de papeletas.
Durante el juicio, los abogados de Giuliani reconocieron que su cliente había cometido un error, pero argumentaron que el ex alcalde era en realidad un buen hombre y que la cantidad que pedían las dos mujeres era demasiado elevada.
El republicano no declaró en el juicio porque así se lo aconsejaron sus abogados.
En la vista del miércoles, Ruby Freeman testificó emocionada sobre las amenazas e insultos racistas que ella y su hija (ambas afroamericanas) han recibido desde las elecciones presidenciales.
Giuliani ha arruinado mi vida.