En Europa, cinco países permiten la eutanasia y varios están en proceso de legalizarla. En América Latina, sin embargo, sólo Colombia tiene legalizada la eutanasia, a pesar de la presión social.
El derecho a morir dignamente es uno de los debates más acuciantes en cualquier país del mundo. En los últimos años han aumentado las peticiones de eutanasia por parte de enfermos terminales, y crece el debate para cambiar la ley que penaliza la asistencia a la muerte.
Este mes, el debate ha levantado un nuevo fantasma en Francia, cuando la cantante Françoise Hardy, icono inmortal de los años 60, pidió al Presidente Emmanuel que le practicara la eutanasia para poner fin al infierno que vive a causa de un cáncer de garganta. Según la artista, lleva varios años viviendo una pesadilla y quiere salir de ella cuanto antes.
La petición llega en un momento importante. Francia ya tiene previsto estudiar el año que viene una legislación sobre el final de la vida. El Presidente se ha comprometido a regular la muerte digna, pero no será tarea fácil, ya que el Parlamento ha rechazado un proyecto de ley que habría legalizado la eutanasia en 2021. El Gobierno prepara actualmente un nuevo proyecto de ley en el que se detallan dos puntos clave: los cuidados paliativos, los derechos de los pacientes y la ayuda a morir.
Fuentes cercanas al Elíseo e incluso la ministra encargada del tema, Agnès Firman Le Bod, han explicado que el Gobierno espera retomar este debate a principios de 2024.
Francia no es el único país europeo que trabaja en la legalización de la eutanasia. Sólo cinco países europeos -Austria, Bélgica, España, Luxemburgo y Países Bajos- han reconocido la eutanasia activa. Portugal también planea poner en vigor una ley que permita tanto la muerte asistida como el suicidio asistido, que ya ha sido aprobada.
El polémico debate también ha llegado a México, donde delegados de Morena, Movimiento Ciudadano, PRI, PVEM y PRD han presentado una iniciativa para regular la eutanasia en México en 2022. La iniciativa pretende derogar el artículo 166 Bis21 de la Ley General de Salud, que califica a la eutanasia como un homicidio piadoso y prohíbe su práctica.
Si este debate sale adelante en México, no sólo se beneficiarán algunas personas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 40 millones de personas en México padecen dolor crónico, de las cuales unas 600.000 requieren opiáceos para soportarlo. Además, un gran número de enfermeras necesitan cuidados paliativos.
Aunque dicha ley aún está en discusión, la UNAM de México ha creado un departamento especial de cuidados paliativos ante las carencias del sistema, con el fin de especializar a los médicos implicados en el tratamiento de enfermos terminales.
Es cierto que en México existe la llamada ley de “buena muerte”, que permite a los pacientes y a sus familiares solicitar que no se prolongue la vida por medios artificiales. En algunos países esto se conoce como eutanasia pasiva.
Otro viaje nos lleva a Ecuador. Este año, la ecuatoriana Paola Roldán volvió a solicitar la eutanasia para descansar en paz tras un año de lucha contra la enfermedad. En Ecuador, la eutanasia se considera un asesinato y el Código Penal la castiga con entre 10 y 13 años de cárcel. Lo que estoy viviendo es doloroso, solitario y cruel. Pero no he venido hoy aquí a exponerme para que se compadezcan de mí”, declaró a la AFP Roldán, que sólo puede controlar los músculos de la cara. En defensa de Roldán, el Tribunal Constitucional de Ecuador inició el pasado noviembre una audiencia, que puede durar varios días, para estudiar una petición de legalización de la eutanasia como medio para que las personas con enfermedades o lesiones graves e incurables ejerzan su derecho a morir dignamente.
Otros países en pleno debate son Uruguay y Chile. Ambos parlamentos están estudiando legislación sobre el tema. En América Latina, sólo Colombia despenalizó la eutanasia en 1997.
