Nueva York – El dominicano Norberto Peets ha presentado una importante demanda contra la ciudad de Nueva York, el Departamento de Correcciones (DOC), la policía y varias agencias gubernamentales. La demanda fue presentada después de que Peetz fuera absuelto de asesinato en el Bronx y liberado de 26 años de encarcelamiento injusto.
La absolución y anulación de todos los cargos tuvo lugar el 9 de mayo de 2023 en el Tribunal Supremo del Bronx. Los cargos falsos contra Peetz se remontan a 1998. Durante una disputa por 20 dólares en Jerome Avenue, en el condado del Bronx, un investigador de homicidios lo inculpó por error del asesinato de un hombre afroamericano.
La denuncia de Peetz alega que la policía fabricó pruebas y ocultó pruebas a favor de su inocencia, pruebas que la fiscalía ocultó deliberadamente al jurado.
La liberación de Norbert Pietz fue posible gracias a la intervención del Proyecto Inocencia, que se hizo cargo de su caso y trabajó en su revisión.
Su abogado, Gabriel Harvis, presentó una demanda para obtener reparación por la angustia emocional sufrida por Peetz a consecuencia de la condena injusta. Ni el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) ni el departamento jurídico de la ciudad se han negado a hacer comentarios sobre el litigio en curso y no han respondido a las peticiones relativas a las reclamaciones de Peetz.
Los principales demandados en el pleito son los agentes Claude Staten y William Frum, pero por el momento no se ha revelado el importe total de la demanda. El agente Staten sigue trabajando en la comisaría 46 del Bronx, mientras que el agente Frum ya se ha jubilado.
El caso se une a una creciente serie de demandas relativas a condenas erróneas contra agentes de la policía de Nueva York que se remontan a la década de 1990. Durante este periodo, la Comisión Municipal descubrió una corrupción y una mala conducta generalizadas en el cuerpo de policía en un momento en que la delincuencia alcanzaba niveles récord en la ciudad.
El año anterior, tres de las cuatro indemnizaciones concedidas a raíz de demandas contra la policía, por un total de 35,5 millones de dólares, beneficiaron a hombres que pasaron décadas en prisión cuando fueron condenados en los años noventa y posteriormente se les anuló la condena.
La demanda de Norbert Peetz pone de relieve las cuestionables tácticas de unos agentes que, según la denuncia, recurrieron a métodos viciados para resolver casos de intento de asesinato entre agentes y ciudadanos, aunque ello supusiera condenar a las personas equivocadas. El caso también plantea dudas sobre las prácticas de conservación de pruebas del departamento. Recientemente, el almacén de la comisaría resultó gravemente dañado por un incendio, que provocó la destrucción de una serie de materiales que los expertos temen que puedan dificultar la nueva investigación de otros casos de acusaciones potencialmente falsas.
El incidente en cuestión tuvo su origen en una disputa ocurrida en la madrugada del 29 de septiembre de 1996 cerca de la estación de metro de la calle 183 y la avenida Jerome, en el Bronx. En este incidente, un hombre latino acusó a un hombre negro de robarle 20 dólares en el interior de un restaurante Kennedy Fried Chicken (KFC) cercano, lo que desencadenó una disputa racial que desembocó en un tiroteo en el que dos personas resultaron heridas.
La policía intervino y se enfrentó al autor, que huía, lo que dio lugar a un tiroteo. A pesar de la gravedad de la situación, ninguno de los disparos fue mortal. Posteriormente, la policía recuperó fragmentos de bala ensangrentados del lugar donde había caído el autor y entrevistó a testigos y a la víctima. En las diligencias, varios de estos testigos declararon que el autor era un hombre negro que vestía una chaqueta roja y que era un posible sospechoso. Sin embargo, en lugar de detener a esa persona, los agentes optaron por detener a Norberto Peetz, de nacionalidad dominicana, que regresaba a casa de una fiesta en el piso de su madre unos días después del incidente. En aquel momento, Peetz no tenía antecedentes penales.
Resulta desconcertante por qué la policía de Nueva York decidió perseguir a Peetz en lugar de a otro sospechoso cuyo testimonio coincidía con el de los testigos. Según la denuncia, Peetz fue elegido como sospechoso porque había sufrido una crisis nerviosa relacionada con un reciente encuentro traumático con la policía, hace aproximadamente un año, que requirió hospitalización. Según la denuncia, el agente que lo identificó como agresor había pasado varias horas con él durante aquel incidente.
Norbert Pietz tenía 26 años, en una época en la que tenía dos hijos pequeños, y permanecía en prisión preventiva a la espera de juicio porque no podía pagar la fianza. Mientras estaba en prisión, un agente supuestamente le amenazó y animó a otros a acosarle, diciendo que a los dominicanos les gusta disparar a la policía. Como resultado de estos procedimientos, Peetz fue condenado a entre 30 años y cadena perpetua.
El juicio comenzó finalmente en abril de 1998, pero Peetz sufrió una crisis mental en el tribunal y el juez declaró nulo el juicio. Posteriormente fue internado en un hospital psiquiátrico. Norbert Pietz volvió a ser juzgado un año después y el jurado le declaró culpable de todos los cargos, incluido el de intento de asesinato, según la demanda.