Economicas

Empezar de cero y crecer, la fórmula inquebrantable de Fior D’Aliza

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Llevando más de una década en el "arte de las uñas", esta joven dominicana combina calidad y comodidad para crear un espacio de belleza único para todas sus clientas. Fior D'Aliza Riceda, empres.

Llevando más de una década en el «arte de las uñas», esta joven dominicana combina calidad y comodidad para crear un espacio de belleza único para todas sus clientas.

Fior D’Aliza Riceda, empresaria de D’Fiordaliza Nails, se ha labrado un sólido camino más allá de los números en el sector de los esmaltes de uñas y el cuidado de las manos.

Su historia refleja vívidamente el espíritu incansable de muchas mujeres de la República Dominicana para forjar su propio destino económico: tras más de una década de inmersión en el arte del embellecimiento de uñas, Fior dio sus primeros pasos en una modesta habitación con un préstamo de 5.000 pesos y una visión clara Empezó su propio negocio a principios de los noventa, cuando estudiaba en la Universidad de Nairobi.

Desde aquellos primeros días, su crecimiento fue una serie de pasos lentos pero firmes. Su determinación de transformar su negocio de un local alquilado a un local más grande se vio remodelada gracias al apoyo del microcrédito, que favoreció su evolución.

Este empresario innovador fue más allá en su afán por ofrecer una experiencia holística a sus clientes. Más allá de los servicios de manicura, se diferenció embarcándose en la producción y venta de helados caseros. La combinación de sus habilidades para el cuidado de las manos y la oferta de deliciosos helados naturales caló entre los consumidores y cimentó la demanda de satisfacción a domicilio.

Su compromiso con la calidad y el confort se refleja en todos los aspectos de su negocio. La compra de mobiliario moderno y herramientas de última generación es un paso sólido hacia su visión de contratar personal. Su objetivo no es simplemente embellecer las uñas, sino ofrecer una mezcla de calidad, comodidad y ambiente para crear una experiencia completa para sus clientes.

Detrás de esta perseverancia empresarial se esconde una poderosa motivación. A Fior le resulta gratificante no sólo obtener un sustento económico, sino también potenciar la autoestima de las mujeres a través del cuidado de sus manos.

Su compromiso con esta causa se refleja también en su lealtad a instituciones como la Fundación Dominicana para el Desarrollo (FDD), que la ha apoyado y nominado para un premio del BCIE por su dedicación y visión empresarial. El éxito de empresarias como Fior Daliza Reseda pone de relieve el importante papel de la iniciativa empresarial femenina en la economía mundial.

Desde salones de belleza hasta cafeterías, estas mujeres no sólo están creando negocios, sino también espacios de conexión, confianza y empoderamiento. A pesar de los nuevos retos a los que se enfrentan estas mujeres, como el limitado acceso a la financiación y las arraigadas desigualdades estructurales, su tenacidad y resistencia señalan el camino hacia la independencia económica y la autorrealización.

Es en este contexto en el que iniciativas como WeCode de IDB Invest son importantes. Al trabajar con la Iniciativa de Financiación Empresarial para Mujeres (We-Fi), la asociación pretende cerrar la brecha y aumentar el apoyo financiero a las empresas dirigidas por mujeres. En la República Dominicana, esta iniciativa piloto dará un impulso importante al sector financiero, promoviendo la inclusión y creando capacidad para apoyar más eficazmente a las mujeres empresarias en su camino hacia el éxito económico.

La trayectoria de Fior Daliza Reseda es un verdadero testimonio del espíritu emprendedor de muchas mujeres en la República Dominicana. Su camino hacia el éxito económico ha sido un viaje de perseverancia y visión estratégica en un mercado en el que el cuidado de manos y uñas es un nicho de oportunidad cada vez más vibrante.

Tras más de una década de inmersión en el mundo del arte de las uñas, Fior ha pasado por constantes etapas de crecimiento. Su evolución desde unos comienzos modestos -un préstamo de 5.000 pesos- hasta la ampliación del negocio a un espacio más grande y acogedor es un ejemplo de determinación y adaptabilidad.

El traslado a un local más grande no sólo supuso un cambio de ubicación física, sino también el salto a una gama de servicios más completa. Superando los límites de un salón de manicura tradicional, el espacio de Fior se ha convertido en un oasis donde las clientas pueden disfrutar de helados artesanos 100% naturales mientras esperan su turno.

Esta incursión en la producción y venta de helados fue un paso audaz pero estratégico. La buena acogida de los clientes refleja el éxito de la diversificación del negocio y su visión innovadora de satisfacer múltiples necesidades en un mismo espacio.

La calidad del moderno mobiliario y los utensilios de última generación no sólo proporcionan una experiencia estética superior, sino que también son precursores del objetivo de emplear mano de obra femenina.

Una visión en expansión

Para Fior, el negocio no consiste sólo en tener las uñas bien vestidas, sino en ofrecer un entorno completo que englobe comodidad y excelencia en el servicio.

Su compromiso con el empoderamiento de la mujer va más allá del ámbito empresarial. Su conexión con la Fundación Dominicana para el Desarrollo es un testimonio de su constante búsqueda de apoyo y crecimiento, y su nominación al Premio BCIE no es sólo un reconocimiento a su labor, sino también un faro que ilumina la relevancia del empresariado femenino en la economía local y mundial.

Las mujeres empresarias como Fior Daliza Reseda están tejiendo un nuevo paradigma económico. Más que simples impulsoras de negocios, están creando redes de apoyo, abriendo puertas a oportunidades y desafiando los límites establecidos. Su impacto en la economía y la sociedad va más allá de lo comercial y es una expresión viva de determinación, creatividad y resistencia.

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