Málaga, 4 Dic (EUROPA PRESS) -.
Expertos de la Universidad de Málaga, en colaboración con ViaTalents, división de la empresa de publicidad y marketing Be a Lion, han elaborado un código ético centrado en el comportamiento de los influencers virtuales.
El proyecto, impulsado por un contrato de la OTRI, pretende establecer pautas de comportamiento de los influencers generados por inteligencia artificial y abordar los retos éticos asociados a la creación y gestión de superhumanos en el ámbito del marketing y la publicidad, según ha indicado la UMA en un comunicado.
En este marco de investigación, la Comisión desarrollará un código ético de conducta y valores para guiar el comportamiento y la personalidad de Alba Renai, la primera influencer superhumana de la familia VIA.
Este acuerdo es un paso importante en la investigación centrada en el establecimiento de normas éticas para una Inteligencia Artificial (IA) responsable que proteja la privacidad de los usuarios y promueva la transparencia.
También pretende identificar y abordar los posibles riesgos éticos que puedan surgir con el tiempo en el campo de la inteligencia artificial en general.
La investigación colaborativa pretende prevenir el mal uso social y ético de la IA, identificar tendencias normativas para la gestión legal de la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) y establecer una estrategia integral de formación en responsabilidad social y legal para la inteligencia artificial.
El comité de expertos, dirigido por la Facultad de Empresa y Gestión, está encabezado por la profesora Carmina Giambrino, de la Facultad de Comercialización e Investigación de Mercados, y el profesor Francisco Triguero, de la Facultad de Lengua e Informática. También se unirán al equipo la profesora Carmina de Vivero, de la Facultad de Comercio y Derecho, y las profesoras Patricia Iglesias y Elena Fernández, de la Facultad de Marketing.
Los avatares digitales que habitan plataformas como Instagram, TikTok o Facebook se han erigido como una nueva realidad en internet y en diversas campañas publicitarias de las marcas. A pesar de no ser personas reales, estos avatares forman comunidades en las redes sociales y ofrecen un estilo de vida similar al de los influencers humanos, lo que ha dado lugar a colaboraciones con destacadas marcas de todo el mundo. En los últimos años, a medida que ha ido creciendo la influencia de los avatares, se han consolidado diversos estudios sobre la ética de esta nueva realidad.