Juan Bosch siempre ha sido un hombre explosivo y radical. Quizás el primer radical de la historia de la literatura dominicana contemporánea, fue uno de los radicales políticos más importantes del siglo XX en América Latina y el Caribe.
Stefan Hessel (Berlín, 1917 – París, 2013) publicó su libro Indignaos en 2011.
Indignado por la pobreza, la explotación y la miseria de los pueblos retratados en obras como Camino Real y Los Amos, la violencia doméstica forma parte de su narrativa en La mujer.
La oposición democrática y el sistema de designación de jueces constitucionales
La historia nos ha legado momentos de gran indignación: el asalto a la Bastilla, las fugaces llamas de la Comuna de París, las nuevas barricadas de mayo bajo la bandera de Sartre, las plazas de las grandes ciudades: Londres, Liverpool, Madrid, Barcelona, Nueva York, Washington. En el Wall Street Garden, los sindicatos, la gente, los adolescentes y los estudiantes en los bulevares de Santiago de Chile, y en Tel Aviv, ¡quién sabe, incluso se han alzado voces!
Bosch se convirtió por primera vez en defensor de los desposeídos cuando, siendo adolescente, se convirtió en defensor de los jornaleros que trabajaban en la granja de su abuelo materno. Indignado por la explotación de los agricultores y campesinos de Río Verde, a los 25 años cayó víctima del régimen de Trujillo y fue encarcelado en Fuerte Ozama y en la prisión de Nigua.
Relata su resentimiento por la intervención norteamericana de 1916:
Presencié como una afrenta personal el espectáculo de tantos hombres que no creían en el destino de su país. De niño, vi cómo se quitaba la bandera dominicana de los edificios públicos y se izaba en su lugar la norteamericana.
Tal vez la razón por la que amo con tanto fervor a mi patria chica en las Antillas es que, cuando tomé conciencia de ella, ya no era una patria sino un dominio: los Santana que anexionaron el país a España en 1861 y los Báez que intentaron entregar Samaná a EE.UU. eran dominicanos, y la niña de 10 años estaba avergonzado.
Continúa expresando su indignación:
Con el paso de los años, ese dolor y esa vergüenza se convirtieron en una pasión dominicana con la que comencé a escribir.
Sus relatos forman parte de su legado de resentimiento contra la discriminación, la xenofobia, el terrorismo y la destrucción de la cultura por la colonización.
Hombre de pensamiento y acción fundados en un profundo humanismo, Bosch llegó a ser Presidente de la República. Su indignación se reflejó en sus ideas, literatura y acciones como político, figura pública y líder.
