Kemuel Arroyo Peña agradece haber sido elegido ganador del Premio Oscar de la Renta al Migrante Dominicano. Este galardón no es específicamente por el premio en metálico otorgado, sino por él y por sus compatriotas en el exterior.
Este premio representa la responsabilidad que tenemos todos los dominicanos en el exterior de representar nuestra cultura y nuestro pueblo. Arroyo Peña, entrevistado por este periodista en el Hotel Marriott del Bella Vista Mall de la capital dominicana, dijo: «Para mí es una responsabilidad que llevo con alegría y me siento orgulloso de ser dominicano en los Estados Unidos y de representar a mi país en el mundo».
Arroyo Peña, jefa de accesibilidad de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) en Nueva York, es consciente de su misión como dominicana en el exterior.
Nació en Bonao, estudió en EE.UU. y gracias a ello, dice con entusiasmo, ahora está a cargo de un departamento muy grande en el mayor sistema de transporte público del mundo, que transporta a más de 6 millones de personas cada día.
Nunca pensé que un dominicano de Bonao estaría al frente de semejante transformación», afirma.
Y cuenta su historia no para presumir de sí mismo, sino para enviar a las generaciones futuras el mensaje de que deben soñar a lo grande.
Esa es la realidad. Se trata de soñar a lo grande, pensar en el mañana y centrarse en un futuro mejor para todos».
Pero Quemuel no sólo dedica su tiempo a luchar por la MTA, sino también por los jóvenes de la región.
Forma parte del consejo de una empresa llamada Hudson RiverCommunitySailing, que actualmente acoge y enseña vela a estudiantes de la República Dominicana recién llegados a NY.
También forma parte de un nutrido grupo de dominicanos y otros latinos que han creado una organización llamada LEED, que es el primer peldaño para el desarrollo económico de las empresas latinas, muchas de ellas quisqueyanas.
Son hombres y mujeres que dirigen pequeñas empresas en NY y nos hemos unido para ayudarles a avanzar y progresar», explica.
Cuando un reportero de esta revista le informó de que, tras el reconocimiento de sus cualidades y la entrega del premio, varios grandes empresarios y personalidades comunitarias y profesionales se acercaron a él para enviarle mensajes de elogio y felicitación, sólo pudo decir, con su típica humildad, gracias de todo corazón.
