WASHINGTON (EE.UU.) – Con la llegada diaria de miles de migrantes desde México, la policía fronteriza estatal y federal de EE.UU. se encuentra bajo presión.
En las últimas semanas, las patrullas fronterizas han informado de aproximadamente 10.000 cruces diarios, un ritmo superior al de meses anteriores.
Más de 2,4 millones de migrantes fueron interceptados por tierra entre octubre de 2022 y septiembre de 2023, y esta afluencia también es superior a la de años anteriores.
Las vías de los puentes de Eagle Pass y El Paso, en Texas, permanecen cerradas desde el pasado martes debido al resurgimiento de la inmigración ilegal en los trenes de mercancías.
Los cruces de vehículos se han vuelto a suspender en Eagle Pass desde principios de mes, al igual que los cruces en Arizona y California. La policía fronteriza afirma que se ha visto obligada a redistribuir el personal para concentrarse en detener y registrar a los inmigrantes.
El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, firmó el lunes una polémica ley que criminaliza la entrada ilegal en el estado, después de que el presidente Biden le acusara de inacción deliberada ante la situación.
El gobernador, partidario del presidente Donald Trump, firmó simbólicamente la ley en Brownsville frente al proyecto estrella del expresidente republicano, el muro fronterizo.
La ley tipifica como delito la entrada ilegal en Texas desde un país extranjero y conlleva penas de prisión de entre seis meses y 20 años para los reincidentes.
El proyecto de ley, que podría entrar en vigor en marzo, otorga a las autoridades estatales el poder de detener a los inmigrantes y deportarlos a México.
Al día siguiente, varios grupos de derechos humanos, entre ellos la influyente Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), presentaron una demanda alegando que era inconstitucional.
La gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, también demócrata, acusó al gobierno de Biden de negarse a hacer su trabajo, en particular el cierre de los pasos fronterizos del estado. Hobbs anunció el 15 de diciembre que enviaría a la Guardia Nacional a la frontera.
Las razones de la reciente afluencia no están tan claras.
La policía fronteriza ha culpado a los traficantes de personas de la desinformación que han difundido entre la población vulnerable.
Varios migrantes entrevistados por la AFP el jueves en Texas hablaron de rumores sobre un inminente cierre de la frontera. Julianlis Alexmar Camacho, de 32 años, que llegó de Venezuela con su marido y sus cuatro hijos, dijo que había rumores de que no se permitiría la entrada en el país después de 20 días.
El Secretario de Estado Biden enviará al Ministro de Seguridad Interior Antony Blinken y al Ministro de Seguridad Interior Alejandro Mayorkas a México en los próximos días para discutir formas de frenar la afluencia masiva con el Presidente del país Andrés Manuel López Obrador, dijo la Casa Blanca el jueves anunció el jueves.
La portavoz de la Casa Blanca, Carine Jane-Pierre, afirmó el jueves que el Presidente entiende la necesidad de arreglar el sistema de inmigración, roto desde hace décadas.
El pasado 6 de diciembre, Biden se mostró dispuesto a alcanzar compromisos significativos con los republicanos, que exigen un fuerte endurecimiento de la política migratoria a cambio de levantar el bloqueo del Congreso al apoyo a Ucrania frente a Rusia.
Biden espera romper con la política de Donald Trump hacia los inmigrantes, principalmente latinoamericanos, que huyen de la pobreza y la violencia. En cualquier caso, parece poco probable que esta tendencia se invierta.
Panamá anunció el 6 de diciembre que 500.000 personas habían cruzado la peligrosa selva del Darién, que la separa de Colombia, en dirección a Estados Unidos desde principios de año AFP.
