El 2 de diciembre, Día de la Abolición de la Esclavitud, marca el aniversario de la firma del Convenio para la Prevención de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena, adoptado el 2 de diciembre de 1949.
Sin embargo, estimaciones recientes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) muestran que el trabajo forzoso y el matrimonio forzoso han aumentado considerablemente en los últimos cinco años: en 2021, 50 millones de personas en todo el mundo serán esclavos modernos, 10 millones más que en 2016.
Aunque no está definida en la legislación, la esclavitud moderna es un término general que define una situación de explotación en la que las personas no pueden negarse o abandonar debido a amenazas de muerte, violencia, coacción, engaño o abuso de poder.
La OIT adoptó un nuevo protocolo vinculante para reforzar la lucha contra el trabajo forzoso a nivel mundial, que entró en vigor en noviembre de 2016, pero no ha servido de mucho.
La trata de personas, especialmente de mujeres y niños, casi siempre tiene fines de explotación sexual, otra forma de esclavitud moderna que lamentablemente va en aumento.
Sin embargo, también es esclavitud la explotación de migrantes víctimas de la trata en los sectores de la construcción, la alimentación, el textil y la agricultura, así como el hecho de que las mujeres se vean obligadas a realizar trabajos domésticos y a ejercer la prostitución forzada.
El trabajo infantil, prohibido por el artículo 32 de la Convención sobre los Derechos del Niño, es una forma inaceptable y condenable de esclavitud y explotación.
Hay ejemplos de niños soldados reclutados a la fuerza por mercenarios. Los mercenarios utilizan niños soldados porque son más fáciles de matar.
El tráfico de seres humanos es un negocio millonario dirigido por mafias y autoridades cómplices. La sobreexplotación de inmigrantes, ilegales o no, y todas las formas de esclavitud deben ser combatidas no sólo por las autoridades, sino también por cada persona y organización social que crea que la libertad es el único sistema aceptable en cualquier sociedad organizada.