Nueva York/Ginebra, 18 dic (EFE) – La ONU, acusada de incompetencia política, apeló constantemente a la autoridad moral, denunció injusticias, exigió protección para los civiles en conflicto y, en muchos casos, su supervivencia fue vivió un año 2023 muy difícil a la hora de proporcionar la ayuda de la que dependía su supervivencia.
El Consejo de Seguridad, máximo órgano ejecutivo de la ONU, ha visto paralizada su actuación en varias ocasiones durante el pasado año, ya que cinco Estados -EEUU, Rusia, China, Reino Unido y Francia- tienen poder de veto sobre sus decisiones.
En el caso dramático más reciente, Estados Unidos bloqueó una resolución para imponer un alto el fuego en la Franja de Gaza. En la Franja de Gaza, los ataques militares israelíes han destruido el 60% de las infraestructuras y matado a más de 18.000 civiles, sin perspectivas de un pronto alto el fuego. Papel de la Asamblea General
Asamblea General.
Mientras tanto, la Asamblea General, donde se sientan en pie de igualdad los 193 Estados miembros de la ONU, se ha convertido en una caja de resonancia sobre la que vuelan los conflictos no resueltos en el Consejo de Seguridad, sin que se tomen medidas eficaces.
Es en la Asamblea General donde se hace más evidente el aislamiento de las grandes potencias, como la anexión rusa de territorio ucraniano y el embargo estadounidense a Cuba y su política proisraelí.
Es hora de reconocer que las divisiones que estamos perpetuando en este foro están profundamente conectadas con la desesperación que deben estar sintiendo millones de personas fuera de estos muros”, declaró recientemente el Presidente de la Asamblea General, Denis Francis, en un desesperado llamamiento al entendimiento común entre los países.
Legitimidad de la ONU
En medio de esta división, la Secretaría de la ONU, dirigida por el portugués António Guterres, trata de mantener la legitimidad de la ONU como única organización con el mandato de mantener la paz mundial y promover un mundo mejor para todos a través de su labor en materia de derechos humanos y desarrollo.
Los mayores enemigos de la ONU son a menudo los gobiernos objeto de las quejas de la ONU, incluidos los regímenes autoritarios y beligerantes, los autores de abusos contra los derechos humanos de sus propios ciudadanos y, en general, las personas que se niegan a ser nombradas.
Ese ministro de Asuntos Exteriores acudió a la sede de Nueva York para atacar verbalmente al ministro de Asuntos Exteriores Guterres y exigir su dimisión después de que pidiera el fin de los ataques indiscriminados y desproporcionados contra la población de la Franja de Gaza en una reunión del Consejo de Seguridad.
En el contexto actual, el conflicto entre Israel y la ONU no es meramente dialéctico. Más de 130 empleados del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS) han muerto en Gaza como consecuencia de los bombardeos israelíes.
La mayor agencia de ayuda
El papel de la ONU en la defensa de los vulnerables y las víctimas la ha convertido en la mayor agencia de gestión de la ayuda humanitaria, especialmente a medida que los conflictos armados se han hecho más frecuentes y el cambio climático ha hecho más frecuentes los desastres climáticos. En la actualidad hay más de 50 conflictos armados, algunos activos y otros inactivos.
A pesar de las crecientes necesidades humanitarias, la financiación es cada vez más difícil para la ONU, ya que la cantidad de dinero necesaria sigue aumentando, las crisis se intensifican y las perspectivas de la economía mundial son sombrías. La Oficina de Coordinación de la Asistencia Humanitaria (OCHA) ha hecho públicas recientemente sus previsiones para 2024, en las que solicita 46.000 millones de dólares para asistir a 180 millones de personas.
Siria, Ucrania, Afganistán, Etiopía y Yemen figuran entre los principales países con conflictos prolongados o recientes y el mayor número de personas dependientes de la ayuda humanitaria EFE.