Santo Domingo – El economista Haibanjoé Ng Cortiñas afirmó este martes que la economía dominicana en 2023 fue calificada como cambio sin cambio, la peor de los últimos 14 años. Dijo que será un desempeño pobre, con efectos negativos que golpearán a toda la población, especialmente a la de bajos ingresos.
Ng Cortiñas basó su previsión en cinco reestimaciones del producto interior bruto (PIB) para el año en curso, la última de las cuales fue de un crecimiento del 2,5%, tras la previsión original de un crecimiento del 4,5%, y de otro 1,9% acumulado hasta octubre, el más bajo de la historia de la economía en los últimos 14 años.
El resultado de un crecimiento del PIB real del 2,5% en 2023 se ve agravado por el hecho de que la tasa de crecimiento a precios constantes se caracteriza por un crecimiento negativo del 1,5%, y este indicador económico es insuficiente para compensar la disminución del poder adquisitivo debida a la inflación de este año, que se sitúa en torno al 4,0% anual.
En primer lugar, la reacción tardía del Banco Central a las señales recesivas del primer trimestre, que condujeron a una reducción del tipo de política monetaria a partir de junio de este año y a una orientación monetaria más flexible, no produjo un efecto de repercusión en los tipos de interés bancarios, como el tipo de interés de los préstamos, debido a un tipo de base más bajo (actualmente 13,5%). 5 %; en segundo lugar, las expectativas de inflación en el sector bancario se mantienen claramente, con una inflación de los alimentos superior al 7,0 % y una inflación subyacente del 4,48 % en noviembre de 2023; en tercer lugar, el bajo nivel del gasto público de capital, de solo el 12,0 % del gasto total; y en cuarto lugar, la 15 puntos porcentuales menos que en 2022; y cuarto, la disminución de la demanda en la economía, que se ha reducido en 15 puntos porcentuales en comparación con 2022.
El economista de Fuerza del Pueblo afirmó además que el hecho de que la inflación de los alimentos sea alta y el costo de los fondos bancarios también lo sea, representa un cambio que muchas veces ocurre sin beneficiar a los más vulnerables de la República Dominicana.
No debemos olvidar que la alta inflación alimentaria está empeorando a los grupos de bajos ingresos”, añadió.
También afirmó que el impacto negativo del aumento del coste de los alimentos para los grupos de bajos ingresos tiende a agravarse por el hecho de que la asistencia social no ha seguido el ritmo del deterioro nominal de los salarios. De hecho, dijo, el gasto público social a 1 de diciembre fue del 41,7% del gasto público social total, frente al 46,5% en 2019 y el 44,3% en 2011, lo que indica un descenso.
En cuanto al saldo fiscal, los datos hasta la primera semana de diciembre de 2023 indican que podría cerrar el año entre 3,0% y 3,3% del PBI, saltando a 54.997 millones de dólares a fines de octubre de 2023, ubicándose nuevamente en una línea de déficit fiscal continuado que promovería más endeudamiento público en el sector no financiero Señaló.
Afirmó que esta elevada deuda significa que el nuevo Gobierno tendrá que reembolsar aproximadamente 35.000 millones de USD de deuda en los próximos cuatro años, de 2024 a 2028, lo que dejará menos espacio presupuestario para programas de desarrollo y gasto social. Un Cortinhas añadió que el mencionado dato de la deuda es otro factor que hace afirmar que a menudo no habrá cambios. Esto se debe a que el público no se beneficia de las inversiones productivas que se habrían generado a partir de la deuda, y los pagos de la deuda recaen sobre el público mediante el pago de más impuestos.
Haibanjoé n Cortinhas expresó que el problema de la moneda de 2023 también perjudicó al pueblo. El pueblo tiene menos dinero en sus manos en 2022 que en 2022, lo mismo que en 2021, y la tasa de inflación acumulada es ahora más alta.
De hecho, a 15 de diciembre, el dinero en manos del público no había aumentado nada en comparación con 2022, apenas había aumentado un 1,4% en comparación con 2021, y la tasa de inflación acumulada desde ese momento hasta la actualidad es del 20,3%.
Este economista subrayó que el hecho de que la gente tenga menos dinero en mano es la mejor prueba de que este cambio no se está produciendo más a menudo, ya que ni siquiera es suficiente para cubrir los pequeños gastos de la familia.
