Pastor Mauro Vargas: La Navidad reúne a las familias en una sola mesa
Históricamente, el nacimiento de Jesús siempre ha sido un tema de conversación, pero lo importante en el mundo cristiano no es la fecha como tal, sino el saber que es un día dedicado a Dios durante el año en el que damos gracias por su amor a la humanidad a través del nacimiento del Hijo de Dios.
La Navidad, la celebración del nacimiento del Hijo de Dios, es un tema que genera esperanza, una tradición que reúne a las familias en torno a una mesa e invita a las personas a abrir sus corazones y hablar con confianza de sus triunfos y fracasos, penas y glorias.
Cuando se le preguntó por el verdadero significado de la Navidad, el pastor Mauro Vargas, de la Iglesia de Dios, respondió. Es la práctica de la armonía familiar y el fortalecimiento de los lazos familiares, por muy distantes que estén. Se trata de la concentración, de la ilusión de reencontrarnos para demostrarnos nuestro amor.
Padre Rafael Santana: Jesús es la esencia de la celebración de la Navidad.
Desde la perspectiva del Padre Santana, la Navidad es un acto de ruptura con los hábitos que impiden una buena vida en un mundo cada vez más individualista y unipersonal que genera soledad, depresión y ansiedad. La Navidad nos lleva a una tierra de origen y de conexión con las personas.
¿A qué nos invita la Navidad? Responde el pastor Vargas. Nos invita a detenernos y reflexionar sobre nuestras acciones en la vida, a evaluarlas, a comprender y reconciliarnos con la necesidad de revisar y dar por terminados proyectos e iniciativas.
En el mundo no cristiano, el tema de la paz es la ausencia de conflicto, pero no desde una perspectiva de fe. No es necesario que no haya conflicto para que haya paz. Se trata más bien de sentir cierta seguridad de que, a pesar de las tormentas, a pesar de la agitación del mundo, hay personas con un mensaje de esperanza.
En la víspera del 24 de diciembre, la Iglesia de Dios se concentrará en trabajar por la comunidad y en mantener vivas las tradiciones de este día. Antes, todos los sábados de diciembre, a las once de la noche, salía a la calle cantando villancicos.
Un recuerdo que guarda en su corazón es el de su madre pidiéndole que llevara la cena a sus vecinos cuando era niño. Eso me enseñó a vivir en comunidad con mis vecinos. Por eso, en la iglesia donde soy pastor, siempre hay cena para los que más lo necesitan».
Los árboles de Navidad y las luces son muy bonitos, pero la Navidad es una emoción alegre. Promovemos la celebración de la palabra de Dios y no nos dejamos arrastrar por un sistema consumista que nos vende falsa felicidad».
En este contexto, los representantes de la Iglesia de Dios afirman que constantemente llevan a los feligreses de su comunidad a comprender que la Navidad es algo más que sentarse a comer, es un acto de ver quién está ahí para nosotros. No hay mejor manera de celebrar la Navidad que uniéndose, apreciando y compartiendo.
