Nueva York, 12/11 (EFE).- El metano está en boca de todos. En la COP28 en Dubai esta semana, tanto gobiernos, bancos de desarrollo e incluso compañías petroleras anunciarán una serie de iniciativas para reducir estas emisiones de gases de efecto invernadero.
Pero algunos grupos ambientalistas han advertido que centrarse solo en el metano, que se descompone en la atmósfera mucho más rápido que el dióxido de carbono, solo distraerá la atención de la causa principal del cambio climático, que es la dependencia de los combustibles fósiles.
La realidad, como suele suceder en estos casos, es algo compleja y no excluye ninguna de las dos perspectivas.
Más peligroso que el dióxido de carbono.
El Metano Es 80 Veces Más Peligroso Que El Dióxido de Carbono En lo Que Respecta al calentamiento global, el Banco Mundial explicó hace unos días que había anunciado una serie de programas para mitigar sus efectos.
Esto es cierto cuando nos referimos a un período de 20 años. Aumentar esa ventana a 100 años reduce sus posibilidades(aunque es aproximadamente 20 veces más potente que el dióxido de carbono).
Si se tiene en cuenta el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales, estos números no son en absoluto triviales, explica a EFE el profesor de estudios ambientales de la Universidad de Nueva York (NYU) Matthew Hayek.
Lea también COP28 se centra en la Crisis Climática y el Acuerdo para Frenar el Calentamiento Global
Por otro lado, si existe una iniciativa amplia y global para reducir el metano en la atmósfera, disminuirá su concentración, lo que podría revertir esa tendencia y contribuir al enfriamiento del planeta.
Trabajar con el metano ahora es una gran oportunidad para reducir el calentamiento, dijo, porque el problema no es combatir el metano o el dióxido de carbono, sino ambos al mismo tiempo.
No hay otra estrategia
Para Stefania Abakerli, experta senior en cambio climático del Banco Mundial, reducir las emisiones de metano es la única estrategia posible para volver a encarrilar la lucha contra la crisis climática.
Abordar (el metano) conduce a lo que creemos que es la estrategia más rápida y efectiva para volver a encarrilarnos, explica Abakerli en una entrevista.
Los expertos señalan que si el mundo pudiera reducir las emisiones de metano para 2030 en un 30%, podría reducir las temperaturas globales en 0,2 grados Centígrados.Esto es esencial para restablecer el objetivo a largo plazo de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados.
Pero, advierte, esto debe combinarse con el proceso de descarbonización. Tampoco lo es, explica.
Dado que el Banco Mundial es un banco de desarrollo, se enfoca en el financiamiento. Su oficina está tratando de fomentar mejoras en los sistemas de gestión de residuos (una de las principales fuentes de metano) o en la agricultura, especialmente en los países en desarrollo.1
Lea también La COP28 se centra hoy en el agua y los alimentos en el contexto del cambio climático
En Vietnam, estamos liderando un proyecto de conversión de arrozales de gran éxito a medida que aumentamos la producción al tiempo que reducimos las emisiones de metano y nos expandimos a otras regiones.
Recursos limitados
Si reducir las emisiones de metano es tan importante, ¿por qué entonces hay controversia? Una respuesta es que desviar la atención de los combustibles fósiles, la principal causa del calentamiento global, es el foco de gran parte del debate durante la COP28.
La gente tiene una cantidad limitada de tiempo, energía y recursos, dice Marco Castaldi, profesor de ingeniería química en la City University of New York (CUNY) que teme que, al cambiar constantemente el mensaje, la percepción del peligro del público también cambie.
Castaldi tiene claro que el metano puede ser más peligroso que el dióxido de carbono por su capacidad de contribuir al calentamiento global, pero también recuerda que las concentraciones en la atmósfera son mucho más bajas en la actualidad.
Los investigadores argumentan que la solución es adoptar un enfoque más holístico. El público debe ser consciente de los factores problemáticos que afectan el medio ambiente, como la gestión de residuos, el consumo de carne y la dependencia de los combustibles fósiles.
Pero, sobre todo, los gobiernos y las instituciones deben ser coherentes en sus esfuerzos y no centrarse en una cosa a la vez. El enfoque debe ser una declaración continua.
Jorge Dastis
Por: EFE.