La depresión estacional es un extraño proceso de enfermedad del estado de ánimo que afecta a las personas en determinadas épocas del año, incluida la Navidad. Este trastorno mental aún no ha sido diagnosticado formalmente por ningún organismo clínicamente reconocido, lo que ha dado lugar a un debate sobre el tema entre los profesionales de la salud mental.
Un enfoque describe este tipo de depresión como un trastorno del estado de ánimo que puede darse en algunos países debido a las largas horas de luz, que afectan al funcionamiento de la serotonina (una hormona que segrega felicidad y regula las emociones).
Por otro lado, otra teoría apunta a que se trata de un proceso al que se enfrentan muchas personas cuando llegan a final de año y se dan cuenta de que no han conseguido sus objetivos, además de sufrir importantes pérdidas.
Sin embargo, independientemente de las diferentes teorías propuestas para explicar esta afección, lo cierto es que el fin de año suele desencadenar importantes trastornos del estado de ánimo, no sólo por lo ocurrido durante el año, sino también por la forma en que se interpretan los acontecimientos. Los más afectados son quienes han perdido a seres queridos o no han alcanzado logros importantes.
Para evitar la depresión estacional, que suele desencadenarse en el último mes del año, ayuda adoptar una actitud realista y centrarse tanto en lo que se ha conseguido como en lo que se ha perdido.
También es aconsejable desarrollar una filosofía de vida y aprender a ver los acontecimientos como temporales. Esto se debe a que el dolor es siempre inevitable con la pérdida de cualquier cosa de valor.
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