La explosión se produjo por la mañana durante una misa en el gimnasio de la Universidad Estatal de Mindanao en Marawi, la mayor ciudad musulmana del país.
Al menos cuatro personas murieron y decenas resultaron heridas al estallar el domingo una bomba durante una misa católica en una universidad del sur de Filipinas, informó la policía.
La explosión se produjo por la mañana durante una misa en el gimnasio de la Universidad Estatal de Mindanao en Marawi, la mayor ciudad musulmana del país.
El teniente general de la policía Emmanuel Peralta dijo que cuatro personas murieron y unas 50 resultaron heridas en la explosión de la bomba. Informes anteriores indicaban que habían muerto tres personas.
Otros funcionarios de seguridad dijeron que el atentado podría haber sido una represalia por una serie de operaciones militares llevadas a cabo contra grupos islamistas en los últimos días.
El presidente Ferdinand Marcos acusó al atentado de ser obra de terroristas extranjeros.
Condeno en los términos más enérgicos posibles los actos atroces y sin sentido cometidos por terroristas extranjeros contra la Universidad Estatal de Mindanao, declaró el presidente Marcos en un comunicado.
La Universidad Estatal de Mindanao también condenó los actos de violencia, suspendió las clases y aumentó el personal de seguridad en el campus, dijo la universidad en un comunicado.
Nos solidarizamos con la comunidad cristiana y con todos los afectados por esta tragedia, añade el comunicado.
Una imagen publicada en Facebook por el gobierno provincial de Lanao del Sur mostraba al gobernador Mamintar Adion visitando a los heridos en el centro médico.
Chris Jurado, un estudiante universitario de 21 años, dijo a la AFP desde su cama de hospital que la explosión se produjo durante la primera lectura bíblica de la misa. Dijo que fue tan repentina que todo el mundo empezó a correr.
Rowena Mae Fernandez, de 19 años, dijo que al principio no se dio cuenta de que se trataba de una explosión.
Corrí con mis amigos, pero en un momento dado caí al suelo. Eso fue todo lo que pude recordar hasta que salí del gimnasio y volví a caerme, dijo. Mis amigos lloraban cuando vieron que estaba herida.
El alcalde de Malawi, Majuru Gandamula, instó a los miembros de las comunidades musulmana y cristiana a permanecer unidos.
Nuestra ciudad es un modelo de coexistencia pacífica y armonía, y no podemos permitir que tales actos de violencia ensombrezcan nuestro compromiso colectivo con la paz y la unidad», declaró el alcalde Gandamula en un comunicado en el que condenaba el atentado.
Esto se produce después de que el ejército filipino lanzara ataques aéreos el viernes, matando a 11 combatientes islamistas del Daura Islamiyah Filipinas en Mindanao.
El ejército afirmó el sábado que el grupo planeaba un atentado en la provincia de Maguindanao del Sur.
Lanao del Sur y Maguindanao del Sur forman parte de la Región Autónoma de Bangsamoro, en la isla musulmana de Mindanao.
La zona ha sufrido durante décadas ataques contra autobuses, templos católicos y mercados públicos.
En 2014, el Gobierno filipino firmó un acuerdo de paz con el Frente Moro de Liberación Islámica, el mayor grupo rebelde del país, para poner fin al levantamiento armado.
Sin embargo, pequeños grupos de combatientes islámicos opuestos al acuerdo de paz siguen activos, incluidos algunos que han prometido lealtad al grupo Estado Islámico (EI). Los rebeldes comunistas también están presentes en la región.
En mayo de 2017, cientos de grupos armados locales e internacionales alineados con el EI asediaron Marawi.
