Dublín.- Una botella de whisky irlandés de 30 años se convirtió en la más cara del mundo tras ser vendida a una casa de coleccionista estadounidense por 2,8 millones de dólares. millones de dólares, anunció este lunes la empresa dublinesa The Craft Irish Whiskey. El precio alcanzado por esta exclusiva entidad de La Isla Esmeralda supera en 100.000 dólares el precio récord que ostentaba desde noviembre pasado una botella de whisky escocés The Macallan 1926, vendida en una subasta.
El Emerald Isle, un whisky de malta pura de triple destilación, se presenta en una elegante caja de nogal, que también incluye una jarra, un reloj personalizado, un huevo de Fabergé con incrustaciones de esmeralda y dos cigarros Cohiba. Leer más: El whisky irlandés adquiere sabor dominicano El futuro del whisky es irlandés. ‘Estoy encantado de ser parte de esto, no sólo como coleccionista sino, más importante aún, como bebedor’.
Sin embargo, estamos empezando a ver que el lujo irlandés se afianza. “Estoy seguro de que en unos años llegaremos al punto en el que se encuentran hoy los escoceses”, predice Daley. Según el American Spirits Council, los precios de algunos whiskies irlandeses premium han aumentado casi un 2.800% en las últimas dos décadas, dijo The Craft Irish Whiskey en la nota.
Su fundador y director ejecutivo, Jay Bradley, está encantado de que The Emerald Isle se haya convertido en la botella más cara del mundo, superando a una marca legendaria como Macallan. Admite que algunos críticos dicen que los accesorios de lujo que venían con el dispositivo, como cigarrillos Cohiba, un reloj o un huevo Fabergé, elevaron el precio final a 2,8 millones de dólares. En este sentido, Bradley recuerda que The Macallan 1926 formaba parte de un lote de 12 botellas con la etiqueta diseñada por el artista italiano Valerio Adami, que añadió un valor significativo a su precio de subasta.
Fundé The Craft Irish Whiskey con el objetivo de hacer del whisky irlandés la bebida espirituosa de lujo más buscada y restaurar la reputación de Irlanda como uno de los mejores artesanos del mundo. Esto nos acerca a este objetivo, concluyó Bradley.
