MADRID, 20 de enero. (DESCONECTAR)- Estados Unidos ha ampliado oficialmente su territorio geográfico en un millón de kilómetros cuadrados, un área de casi el 60% del tamaño de Alaska. Esta expansión territorial se debe a la redefinición de los límites de la plataforma continental estadounidense.
El Departamento de Estado utilizó el derecho internacional para delimitar nuevas áreas submarinas donde la plataforma continental se extiende más de lo que se pensaba anteriormente. Esta expansión histórica abarcó siete mares separados, con más de la mitad del nuevo territorio ubicado en el Ártico. La plataforma continental extendida (ECS) es el área de lecho marino y subsuelo que se extiende más allá de la zona económica exclusiva (ZEE) de 200 millas náuticas de un país.
Bajo este concepto, los estados costeros pueden pretender expandir su territorio con derecho a gestionar y explotar los recursos en su área. Con esta medida de expansión territorial, Estados Unidos se suma a más de 75 países en la definición de los límites de su ECS. El proceso científico y regulatorio comenzó en 2003 a través de una colaboración de múltiples agencias liderada por el Departamento de Estado de EE.
UU., la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y el Servicio Geológico de EE. UU. La misión consistía en recopilar datos geológicos completos para determinar los límites exteriores de la plataforma continental estadounidense.
La investigación concluyó el 19 de diciembre de 2023, cuando el Departamento de Estado reveló nuevas coordenadas geográficas que marcan las bases de la expansión estadounidense. Las nuevas áreas de expansión incluyen el Ártico, la costa atlántica oriental, el mar de Bering, la costa occidental del Pacífico, las Islas Marianas y dos áreas en el Golfo de México. Esta consolidación territorial equivale al doble del tamaño del estado de California y representa un mayor control nacional sobre los recursos marinos.
El concepto ECS fomenta la cooperación internacional. Los países a menudo necesitan colaborar en la investigación y la recopilación de datos, compartiendo conocimientos y recursos. Todo esto favorece más las negociaciones pacíficas que la confrontación cuando se trata de establecer límites sobre el terreno.
En este caso, la declaración del Departamento de Estado sobre el Ártico es muy consistente con el acuerdo de fronteras marítimas de 1990 con Rusia, que garantiza que no habrá invasión del territorio ruso.