Luego del final de la serie final del torneo de béisbol dominicano, Gilbert Gómez soltó todas las tensiones acumuladas como líder de los Tigres del Licey y saltó de alegría como un niño . Celebra el campeonato que has conseguido. “Es una bendición y realmente me quedo sin palabras”, dijo Gómez, quien a los 31 años se convirtió en el manager más joven en ganar un título nacional de béisbol de otoño-invierno.
Los muchachos lo dieron todo y no saben lo agradecido que estoy con este grupo, afirmó el centrocampista, que reemplazó a José Offerman durante la temporada. Cuando confías en tu equipo y sabes que puedes hacerlo, la idea es hacerlo paso a paso, turno a turno, momento a momento. Nunca perdimos la voluntad de ganar.
Licey logró pasar a los octavos de final según todos los pronósticos para clasificar a la final, sin embargo, el equipo azul supo aprovechar estos pronósticos para motivarse. El equipo nunca se rindió y siempre supimos lo que necesitábamos para lograrlo”, afirma Gómez. Debido al caos del Round Robin y la superioridad mostrada por las Estrellas en la final, los Tigres volvieron a consolidarse como desfavoritos y utilizaron todos estos pronósticos como esfuerzo animado para conquistar el título número 24.
Dios es bueno y cuando tiene un propósito, nada puede oponerse a él. Puede que no seamos los favoritos entre los hombres, pero somos los favoritos de Dios y es Su voluntad la que se hace realidad, dijo el hombre que también es el líder de Port St. Lucie, Clase A, de los Mets de Nueva York, comentó que estuvo involucrado.
Entrenador, entrenador suplente y asistente. Como buen caballero que es, se quitó el sombrero ante los Stars para reconocer que son un equipo muy competitivo y les han dado una gran serie.