Relacionado Este viernes 26 de enero se celebra el cumpleaños 211 del pensador independiente de República Dominicana y padre de su patria dominicana, Juan Pablo Duarte, compartimos algunos de sus artículos con usted a continuación: En nombre de la Santísima, estrecha e indivisible Trinidad: Juro y prometo, por mi honor y conciencia, en manos de nuestro Presidente, Sr. Juan Pablo Duarte, cooperar con Ud. mi persona, vida y bienes han sido y estará encaminada a la separación definitiva del gobierno de Haití y al establecimiento de una república libre, soberana e independiente de toda dominación extranjera, que se llamará República Dominicana; habrá una bandera tricolor con cuartos rojos y azules, con una cruz blanca barrada; La República establecerá su respectivo escudo de armas.
Mientras tanto, de Arturo Tomaghini, nosotros, seguidores de la Santísima Trinidad, seremos reconocidos con las palabras sacramentales: Dios, Patria y Libertad. Esta es mi manera de ratificar y prometer ante Dios y ante el mundo. Si hago esto, que Dios me proteja y si no, que tenga en cuenta y mis compañeros me castigarán por perjurio y traición si los vendo.
La independencia nacional es fuente y garantía de las libertades nacionales, Ley Suprema del pueblo dominicano es y será siempre su existencia política como nación libre e independiente contra toda dominación, protección, intervención e influencia del exterior, como la concibieron nuestros fundadores. La política de asociación declarada el 6 de julio de 1838, DIOS, NACIÓN y LIBERTAD, REPÚBLICA DOMINICANA, y proclamada el 27 de febrero de 1844, fue por supuesto adoptada por todos los pueblos que hoy reconocemos y aprobamos tales declaraciones de entendimiento; declarando además que cualquier gobernante o gobernado que la contradiga, de cualquier forma, es ipso facto y es él mismo el día de la Ley. Quizás te interese: Juan Pablo Duarte: dichos célebres del Padre de la Patria El buen dominicano lleva mucho tiempo hambriento de justicia, y si el mundo se la niega, Dios, el Bien Supremo, sabrá hacerla realidad, y dentro de poco; y luego, ¡ay!
de los que tienen oídos para oír pero no oyen, de los que tienen ojos para ver pero no ven… ¡La eternidad de nuestras ideas! porque entonces oirán y verán lo que nunca quisieron oír ni ver.
Trabajemos por el país, lo que significa trabajar por nuestros hijos y por nosotros mismos. Trabajemos, trabajemos sin cesar, no perdamos la fe en Dios, en la Justicia de nuestra causa y en nuestras propias armas. Para disfrutar de más contenidos interesantes como este, puedes visitar la web del Instituto Duartiano.