de América Latina que ha perdido credibilidad por las recurrentes prácticas corruptas de quienes están en el poder. Pero también por la falta de consecuencias, por el carácter frágil y vulnerable del sistema de justicia, y por supuesto, por la corta memoria de los ciudadanos que siempre olvidan sus rostros y se dan vuelta para votar por los mismos corruptos, como dicen. la Iglesia católica lo hizo.
HACER. interrogatorio. La corrupción en la política es sistémica.
Se ha convertido en la primera causa de movilidad y avance social rápido y legal para alcanzar el éxito, aunque sea conocido por la sociedad por sus prácticas inadecuadas, que son aceptadas por la sociedad y que favorecen el mantenimiento del clientelismo, el populismo y el presentismo social y electoral. La Iglesia teme que el narcotráfico, los políticos deshonestos y los partidos permisivos impregnados de corrupción alcancen el poder estatal. Sin embargo, el gasto y las inversiones en campañas políticas, victorias primarias y campañas publicitarias representan gastos tan desiguales que los ciudadanos activistas por la moral o la ética públicas no pueden competir por el derecho a postularse para las elecciones al parlamento y a nivel de ciudad.
Puedes leer: Claves de viaje en 2024 Si bien los jóvenes y las mujeres son el grupo que tendrá mayor influencia en la elección porque son mayoría, no representan un voto duro, un voto de conciencia y discriminación para presionarlos, seleccionar o eliminar a los corruptos, mencionó. por la iglesia. .
Votar de forma reflexiva y consciente, sin dejarse manipular por la publicidad, los algoritmos o el neuromarketing, pertenece a las clases medias y altas de la sociedad, aquellas que tienen autonomía o independencia económica y social. La Iglesia ha causado sensación pero todos los partidos y políticos están huyendo, nadie quiere hablar de este tema, comprometerse con la transparencia, la justicia, hacer lo correcto, pagar las consecuencias o excluir a los contaminados. , comportamiento oscuro o virtuoso.
Perfil sospechoso. La Comisión Central Electoral, los empresarios, las universidades, los intelectuales y los líderes de la opinión pública deben apoyar la campaña de elegir lo mejor, de valores, de compromiso con la patria, de bienestar social, de justicia, de seguridad social, para solucionar los problemas acumulados durante décadas, pero sobre todo para luchar contra la corrupción, influir en la venta ambulante y los ataques al dinero público en detrimento de los más pobres. Vergonzosamente, el entorno inmediato en el que vivimos, las distracciones y la cultura del exhibicionismo en la que nos encontramos, nos impiden prestar atención a los problemas reales y concretos de la sociedad.
Los países a los que les va mejor seguirán fortaleciendo sus instituciones, castigando la corrupción, tomando medidas enérgicas contra el crimen organizado y disfrutando de una justicia complaciente y generosa frente a la anarquía. Es importante que la Iglesia siga defendiendo, siendo voz y eco de quienes no encuentran o no tienen el espacio para defenderse y cuidar el patrimonio de los demás. La sociedad debe promover y elegir políticos firmes, honestos y comprometidos con el desarrollo social.
Necesitamos formuladores de políticas públicas, líderes de opinión y anunciantes para difundir y promover valores y ética en la vida pública y privada, entre políticos y votantes, para lograr una democracia más fuerte e inclusiva.