La rendición es un arma mortal en el crimen organizado, sancionada por los poderes establecidos de la llamada democracia. Desafortunadamente, el realineamiento global nos lleva a nuevos poderes mafiosos, que la geopolítica retrata con la realidad de la mafia del siglo 21. La percepción nos hace distinguir entre tiranía política y tiranía criminal; A partir de ahí, no resulta difícil imaginar democracias criminalizadas o mafias.
La era de las ideologías avanza discreta e inevitablemente hacia la era del crimen. En estas sociedades globalizadas y mediatizadas falta clarividencia porque estamos deslumbrados por los medios que monopolizan la atención. En este sentido, el periodismo mercenario se hace visible porque la mafia sabe esconderse bajo el radar de los medios de comunicación, y por tanto del Estado.
Queremos recurrir a la filosofía para aliviar parcialmente lo que nos afecta, no sólo a nosotros, sino también a nuestros hijos y nietos: el deseo excesivo de riqueza es un veneno en la mente, contamina y destruye todo lo que contiene cosas buenas, y tan pronto como toda virtud, toda honestidad y todos los afectos naturales echan raíces allí, se corrompen. Los avaros venderán a sus hijos por oro; Su padre apenas había muerto cuando abrió el cofre; Ni siquiera se valora a sí mismo porque seguramente en su búsqueda de la felicidad se ha hecho infeliz. Donde reina la avaricia mafiosa, la moral de la gente se debilita.
