Desde que en 2017 estalló el #Metoo en Estados Unidos, la onda expansiva del movimiento para denunciar la violencia sexual en la industria cinematográfica acaba de llegar a España. El caso de Carlos Vermut, responsable de películas como “Mantícora” o “La chica mágica”, es uno de ellos, pocos casos tienen revelados sus nombres completos, seguido de Armando Ravelo. El caso Vermut fue el más publicitado de la historia El caso Vermut fue revelado el pasado viernes por una investigación del diario El País, en la que un estudiante de cine, un empleado de una de las productoras del diario y un trabajador del campo cultura denunciaron hechos ocurridos entre 2014 y 2022 en los que el director Han aprovechado su reconocimiento y posición en el cine para tener relaciones sexuales violentas sin estar de acuerdo.
Las tres mujeres afirmaron haber sufrido violencia sexual por parte de ellas, mientras que Vermut respondió que sus relaciones sexuales con las tres mujeres fueron siempre consensuadas. Ninguno de ellos denunció lo sucedido a la policía por miedo a perder su empleo o no poder conseguirlo. Ola de solidaridad y condena Tanto las acusaciones como la explicación del director conmocionaron a la industria y en cuestión de horas, productores, cineastas, actrices y asociaciones profesionales condenaron la violencia sexual y toda forma de abuso hacia las mujeres, expresando solidaridad con las víctimas y les envían su cariño.
Del gobierno también llegaron mensajes de apoyo a los demandantes. Puedes leer: Los Premios Grammy Latinos celebran la excelencia musical de los creadores latinos de Sevilla La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, pidió el fin de la violencia de género en el mundo del cine, el deporte, el derecho y la limpieza, y compartió el compromiso del Ejecutivo en este sentido, que también fue respaldada por la ministra de Cultura. Ernest Urtasun.
Por su parte, la Academia de Cine se solidarizó con las víctimas de violencia sexual y anunció que en la próxima gala de los Goya, el 10 de febrero, destacará las demandas por el fin de los abusos en el sector. Más casos Al caso Vermut le siguió este lunes otro, el del director canario Armando Ravelo, acusado por la actriz Koset Quintana de incitarle a tener sexo y ofrecerle drogas y porno cuando ella tenía 14 años. El director, que admitió a Efe estos hechos, argumentó que no podían considerarse violencia sexual, pese a que anunció su retirada del cine y de la vida pública.
Según la intérprete, se vio obligada a denunciar a Ravelo, a quien conoció en 2014 en un estudio de cine cuando ella tenía 14 años y él 31, tras leer unas declaraciones largamente ocultas contra Carlos Vermut. La primera denuncia judicial en España tras #MeToo se produjo el año pasado contra el productor de cine Javier Pérez Santana por presuntamente agredir sexualmente a una actriz en una fiesta posterior a la entrega de premios. Anteriormente, hubo testimonios de actrices que aseguraron ser víctimas de abuso en la industria pero no las nombraron, y aseguraron que es una práctica común desde hace mucho tiempo.