Recientemente decidimos mudarnos a una nueva casa. En mi mente centrada en una sola tarea, todo parecía fácil y la mudanza se realizaría rápidamente. Antes de sacar muebles y pertenencias de la casa, mi esposa me dijo que deberíamos tener muchas cajas.
No tomo en serio la palabra “múltiples cajas”, creo que es una frase exagerada que usa mi esposa para aliviar un momento de tensión causado por esa locura que se llama mudanza. Como hombres, sólo pensamos en cambiar las cosas que vemos; muebles, estufas, camas, refrigeradores y ropa. Como hombres, tendemos a sufrir la estupidez de realizar múltiples tareas.
Las mujeres tienden a tener más éxito cuando se trata de realizar múltiples tareas y no caen en el mismo estado de falta de sentido que los hombres. si, caemos, porque influencias culturales en los roles, o quizás una falta de formación, o quizás una base neurobiológica diferente entre hombres y mujeres. Por ejemplo, cuando mi esposa y yo iniciamos el proceso de desmantelamiento de nuestra casa, me sorprendió ver la enorme cantidad de trabajo que estaba haciendo mi pareja y ver todos los muebles innecesarios que necesitaba, sí, no lo sé.
*(no son asunto mío, solo los administro).* Algunas cosas han estado guardadas durante años fuera de mi mente, otras pertenecen a mis amigos y familiares; Lo que más me sorprendió fue ver innumerables cajas llenas de deseos convertidas en materia sin vida e inanimada. Es cierto que muchas de las cosas que poseemos no las necesitamos, sólo las queremos. Esto me lo expresó una buena amiga en medio de una dinámica extraña y complicada, justo cuando me encontraba exhausto y de mal humor, por estar cansado y supuestamente mirar mis problemas desde una perspectiva consumista y egoísta, mi yo egoísta, insaciable y materialista.
está situado en un mundo frágil. caja de cartón. caja ; Ante esta situación mi amigo me dijo: Samuel, mi padre me enseñó que antes de lograr algo debo hacer la tarea.
Pregúntate, ¿lo necesito o lo quiero? Esta pregunta me preocupó y me llevó a una reflexión existencial, la pregunta me señaló un hecho indefendible, que es que, como humanos, realmente no necesitamos cosas pequeñas y artilugios para vivir una vida abundante. No necesitamos llenar nuestros hogares con basura que genera polvo.
Las ideas acumuladas son el resultado de la inseguridad. No importa si acumulamos libros, ropa, juegos, coches o dinero. Cualquiera que sea nuestra carga, no la necesitamos, sólo la queremos.
Cargar nuestra fugaz existencia en esta tierra con cosas que nos quitan espacio, energía y tranquilidad no es ni sabio ni saludable. Hay cosas que debemos proteger, debemos proteger a nuestros amigos, debemos preservar y proteger los buenos recuerdos y costumbres de nuestro patrimonio cultural, acciones que impactan el comportamiento colectivo, dejando una buena historia y un modelo a seguir si hacemos política. Debemos tomar medidas que ayuden a las familias a prosperar.
Todo lo que gestionamos debe ser compartido con los demás. Dar es mejor que recibir. El antiguo libro Eclesiastés nos recuerda que: Los que aman el dinero no pueden contentarse con dinero.
Las personas que aman la riqueza nunca tienen suficiente. ¡Esto también es absurdo!