A veces, en situaciones de la infancia, esperas con ansias la colección de juguetes e insignias mágicas que ya tienen los reyes mágicos en el árbol de Navidad, en el viento o en los zapatos siguiendo el disfraz de cada país. Es una tradición que, independientemente del impacto comercial que tenga, implica para los niños la capacidad de aceptar los milagros como parte de sus vidas, y seguro que esta tradición será evaluada positivamente en la edad adulta cuando les toque criar a sus hijos. .
Compartir con ellos el ritual de colocar agua y pasto para los camellos en un determinado lugar de la casa es una alegría que los padres y abuelos hacen un poco por sus hijos, y poder hacerlo es algo bueno. Es esa época del año en la que, durante unos días, se dejan de lado las pesadas obligaciones, las preocupaciones sin dormir y otras cargas que tendrás tiempo de afrontar durante el resto del año. Pero la preocupación real por los niños que tenían pocas o ninguna posibilidad de recibir juguetes antes de esta fecha también debe estar entre las prioridades de los responsables de la toma de decisiones.
Por eso también hacemos un llamado a todas las personas de buena voluntad, incluso si ya no tienen hijos a quienes dar regalos, a acudir a orfanatos, iglesias y organizaciones que trabajan en favor de estos niños vulnerables y contribuir mínimamente. Hay muchos, tal vez demasiados, adultos que creen que un juguete caro puede ser el mejor regalo, o que, para ganarse la vida, regalan rifles, revólveres y otras armas. El fomento de la violencia se produjo en todas partes.
También es importante prestar atención a los juegos de computadora o consola que pueden ser tan violentos o incluso más violentos que los mencionados anteriormente. Los adultos inteligentes suelen proporcionar libros, juegos de imágenes, rompecabezas y otros materiales para despertar la imaginación de los niños y ejercitar sus mentes. A veces el mejor regalo, el regalo que queda en el recuerdo, será el momento en que el padre, la madre o los familiares dediquen un tiempo a leer cuentos a los niños de la casa.
Espero que el regalo que los Reyes Magos dejen este año en cada hogar de República Dominicana incluya también el deseo de trabajar por un país mejor para todos.
