Nacionales

Elecciones presidenciales en un escenario donde debemos decidir avanzar o mirar atrás

caruri 383.png
caruri 383.png
Al seleccionar a los mejores candidatos en cada etapa de la elección, las personas pueden garantizar que se elijan líderes responsables, éticos y competentes.

Iniciamos la primera semana de 2024, muy importante para República Dominicana, porque tenemos las elecciones municipales el 18 de febrero y las elecciones presidenciales y legislativas el 19 de mayo, en un escenario donde Debemos decidir, avanzar o mirar atrás.

Como nación, debemos buscar tener instituciones fuertes con sistemas o estructuras de gobierno eficaces, transparentes y justos. Estas instituciones son esenciales para garantizar una gestión adecuada de los activos públicos y una prestación eficaz de servicios a la población.

Al contar con instituciones sólidas, se establece un marco de gobierno sólido que ayudará al estado a progresar y desarrollarse de manera efectiva; y para lograrlo, debemos decidir quién administrará los bienes y servicios que poseemos.

Al seleccionar a los mejores candidatos en cada etapa de la elección, las personas pueden garantizar que se elijan líderes responsables, éticos y competentes.

Estos políticos deben tener un profundo conocimiento de la importancia de mantener la corrupción fuera de los bienes públicos y luchar activamente contra la corrupción, con una estructura judicial que no permita prácticas fraudulentas, especialmente en la gestión de fondos estatales.

Cuando los políticos tienen integridad y actúan de manera transparente y responsable, la confianza de la gente en el gobierno generalmente se fortalece.

Esta confianza es vital para el funcionamiento adecuado del Estado, porque cuando la confianza pública es fuerte, se crea un entorno propicio para el crecimiento económico, la inversión extranjera y el desarrollo social.

Por otro lado, la corrupción debilita las instituciones y promueve la desigualdad, la injusticia y el estancamiento económico. Los recursos públicos desviados mediante prácticas corruptas no llegan a quienes más los necesitan, sino sólo a unos pocos.

Esto obstaculiza el desarrollo y el progreso de toda la sociedad. La base de un Estado fuerte, con buenas políticas públicas, servicios eficientes y una infraestructura económica estable, se basa en los siguientes factores clave: Instituciones fuertes: Un Estado fuerte requiere instituciones gubernamentales fuertes y efectivas. Esto requiere un poder judicial independiente, una administración pública eficiente y transparente, mecanismos claros de rendición de cuentas y una separación de poderes efectiva.

Estado de derecho: La aplicación justa y equitativa de la ley es esencial para la estabilidad y el buen funcionamiento de un Estado fuerte. Esto implica que todos, incluidos los funcionarios, deben obedecer la ley y ser responsables de sus acciones. Política pública adecuada: un Estado fuerte debe contar con una política pública adecuada que satisfaga las necesidades y aspiraciones de la sociedad.

Estas políticas deben desarrollarse de manera participativa, basadas en evidencia y centradas en el bien común. Además, deben estar respaldados por mecanismos eficaces de implementación y evaluación.

Servicios públicos eficientes: Un Estado fuerte se caracteriza por la prestación eficiente y de calidad de servicios públicos básicos, como educación, salud, transporte, seguridad, entre otros. Esto implica una asignación adecuada de recursos, formación de profesionales adecuados, una planificación adecuada y una gestión eficaz de los servicios.

Infraestructura económica sólida: construir y mantener una infraestructura económica sólida es esencial para el desarrollo de un estado fuerte. Esto incluye inversiones en infraestructura física como carreteras, energía, comunicaciones, así como infraestructura social como educación y atención sanitaria.

Una infraestructura adecuada crea condiciones favorables para el crecimiento económico, atrae inversiones y mejora la calidad de vida de las personas. Juntas, estas bases fortalecen al Estado, permiten la implementación de políticas públicas efectivas, la prestación de servicios eficientes y el desarrollo de una infraestructura económica sólida.

Esto conduce a una mayor prosperidad y progreso para la sociedad en su conjunto. En resumen, para tener un Estado fuerte y progresista es necesario contar con instituciones fuertes y políticos comprometidos con la lucha contra la corrupción.

Elegir a los mejores candidatos en cada etapa de la elección es importante para garantizar un gobierno transparente, responsable y ético. Al mantener la corrupción fuera de los bienes públicos, se creará un entorno propicio para el desarrollo económico y el bienestar social.

TRA Digital

GRATIS
VER