Investigación sobre la situación de niños, niñas y adolescentes huérfanos por feminicidios hacia el 2022, producida por Tahira Vargas (escritora) del equipo de investigación social de la Fundación Vargas por una Vida Sin Violencia. El estudio aborda los diferentes espacios de interacción de niños y adolescentes huérfanos por el Holocausto en: familias adoptivas, comunidades, centros educativos y servicios recibidos de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. El feminicidio tiene un gran impacto psicológico y económico en niños y adolescentes: orfanatos, exclusión social, revictimización en ciclos de violencia, problemas de salud mental, aumento de la pobreza y situaciones de riesgo.
La experiencia de violencia de género en la vida y muerte de sus madres ha dejado huellas imborrables con impactos recurrentes por: amenazas, discriminación, exclusión y violencia en los centros educativos, la comunidad y la familia de acogida. Puedes leer: ¿Verdadero o abusivo? En algunos casos, este grupo de niños, niñas y adolescentes fueron advertidos por sus madres sobre la amenaza de muerte que los acechaba, con instrucciones sobre las responsabilidades de cuidado y alojamiento de los hermanos, para que los restantes menores asumieran esa responsabilidad.
Se crea así (en determinados casos) un modelo de familia con relaciones internas mediadas por la fraternidad, diferente a las estructuras clásicas y modelos de tutela establecidos que la sociedad reconoce. La convivencia fraterna es para niños y adolescentes más cercana a la estructura emocional familiar interactiva anterior al genocidio de las mujeres, que promueve cuidados y educación menos autoritarios que con familias de acogida con la tutela de abuelas, tías, tíos y padres. Los casos de grupos de huérfanos de feminicidios que deciden separarse de sus familias maternas y paternas, con preferencia por residir individualmente o en fraternidades, van acompañados de la necesidad de separarse.
Existe un ambiente de conflicto entre madre y padre. familias con antecedentes de acusaciones y discriminación contra la madre y/o el padre (casos de suicidio), provocando malestar y deterioro de la salud mental. La expresión de una preferencia por vivir solo o con hermanos en las historias se apoya en algunos casos en la necesidad de mantener una conexión con la imaginación de modelos de crianza ejemplares e independientes, con relaciones matrimoniales violentas y criminales.
Los casos de familias adoptivas formadas a partir de relaciones entre hermanos no se benefician del reconocimiento de la tutela por parte de los organismos estatales responsables de los programas sociales y no reciben beneficios asistenciales ni su apoyo. La adhesión a modelos familiares clásicos en los programas sociales influye en su apoyo ante la diversidad y complejidad de las estructuras familiares existentes en la realidad social, con especial atención a los grupos más vulnerables.