El feminicidio es un flagelo que cada día afecta con mayor intensidad a la sociedad y deja a los familiares de las víctimas y al victimario revolcándose en el dolor y dejando a las personas en estado de vulnerabilidad. Ante esta situación, la Fundación Vida Sin Violencia presentó un estudio cualitativo sobre la Situación de Niños, Niñas y Adolescentes Huérfanos por Feticidio en 2022, con el objetivo de conocer qué está pasando con los huérfanos a causa del feminicidio en República Dominicana. En este sentido, la investigación presentada por la organización explica algunas de las condiciones que enfrentan los niños y adolescentes que perdieron a sus padres por feminicidio, y constata que muchos no continúan sus estudios porque son víctimas de intimidación, discriminación y violencia en los centros educativos.
También señaló que otros adolescentes no continúan sus estudios porque se casan y muchos no pueden continuar con sus estudios, algunos están embarazadas y también son víctimas de violencia. En cuanto a los resultados de las condiciones socioeconómicas, este estudio explica que algunos de estos huérfanos se encuentran en situaciones vulnerables con necesidades básicas y pocas fuentes de ingresos estables. Los niños huérfanos por feminicidio también sufren condiciones sociales y familiares y enfrentan conflictos entre sus familias materna y paterna culpabilizando a la víctima.
Asimismo, las familias nucleares, monoparentales y extendidas, que incluyen familias con hermanos adultos, no se benefician de los programas sociales. También están expuestos a una variedad de estructuras familiares adoptivas desde la familia materna y a situaciones familiares paternas (padres femmicidas y no homicidas). En la presentación del informe, la presidenta de la organización, Yanira Fondeur, afirmó que en los últimos cinco años han quedado 385 huérfanos en todo el país a causa del feminicidio.
¿Qué busca este estudio? Antes de presentar estos resultados, la presidenta de la organización, Yanira Fondeur, explicó que el estudio realizado en 10 provincias tuvo como objetivo esclarecer la vulnerabilidad de los huérfanos y la implementación de políticas públicas necesarias, urgentes y urgentes para ayudarlos de inmediato. Manifestó que, con datos de este estudio, solicitamos a las autoridades resolver de manera efectiva un problema social que tiene un gran impacto en poblaciones vulnerables que necesitan atención, apoyo y supervisión, como son las mujeres que quedaron huérfanas por el genocidio de mujeres.
Este estudio fue realizado a solicitud de la organización por la investigadora y antropóloga Tahira Vargas García. Sostiene que la vulnerabilidad de los huérfanos, víctimas indirectas de la violencia, debe provocar una respuesta inmediata tanto del Estado como de la sociedad en su conjunto. Recomendaciones Ante esta situación, se proponen recomendaciones para encontrar una solución viable que minimice el impacto que el flagelo del genocidio tiene sobre los huérfanos: los organismos estatales deben desarrollar programas en los que cada municipio de todas las provincias esté dotado de equipos multidisciplinarios para brindar servicios sistemáticos de apoyo psicológico.
durante un período de dos años. año. Detalles interesantes sobre el estudio.
Los casos de esta investigación están tomados de hechos ocurridos en las provincias de Montecristi, Valverde Mao, Santiago, Duarte, Peravia, La Altagracia, San Juan, San Cristóbal, Gran Santo Domingo, Distrito Nacional. El estudio presentado por la organización fue realizado por la antropóloga Yadhira Vargas y su equipo, a partir de una muestra de 17 casos de un total de 58 feminicidios ocurridos en 2022. De la muestra de 17 mujeres que perdieron la vida a manos de sus exparejas en 2022, 45 quedaron huérfanas a consecuencia de ello.
De estas estadísticas, el 55% son niños. Los casos de esta investigación están tomados de hechos ocurridos en las provincias de Montecristi, Valverde Mao, Santiago, Duarte, Peravia, La Altagracia, San Juan, San Cristóbal, Gran Santo Domingo y el Distrito Nacional. Las víctimas tenían entre 22 y 44 años y tenían 45 hijos biológicos, 25 de los cuales eran engendrados por el perpetrador y 20 de diferentes relaciones.
Asimismo, el documento señala que 10 culpables se suicidaron y dejaron huérfanos a 11 niños.