Es importante motivarlos a realizar actividades familiares. La adolescencia es un período difícil tanto para los niños como para los padres. Para los jóvenes, es una etapa importante de su crecimiento, durante la cual definen su identidad e individualidad, pero en la mayoría de los casos, también hay una característica compleja que les da dolor de cabeza.
como resultado de que los niños buscan una mayor independencia y autonomía. Los desafíos a la autoridad de los padres o de la escuela y la desobediencia son problemas que enfrentan muchos padres de adolescentes. Por eso surge la pregunta: ¿cómo podemos evitar que se salgan de control?
Puedes leer: La complejidad no solo es común en la adolescencia En primer lugar, el tiempo que pasaron creciendo fue diferente del tiempo que pasamos hoy como adultos hace unos años. Segundo: en la adolescencia todo es el fin del mundo. Todo es tres veces más grande.
Una ruptura, un amigo que genera chismes, una traición o incluso una mala nota pueden hacer que un adolescente sienta que su mundo se desmorona cuando surgen situaciones dramáticas. Es importante validar sus sentimientos, enfatizó, incluso cuando nosotros, como observadores externos, sabemos que hay una solución simple. Y tercero, en un momento también fuimos adolescentes.
Recordar esto nos permite empatizar con ellos. Como padres, maduramos y nos encontramos en etapas muy diferentes y, a veces, no empatizamos con nuestros hijos precisamente porque los vemos desde una perspectiva externa y superior. Esto es normal, aunque a veces solo recordar que nosotros también pasamos por esta fase, también discutimos con nuestros padres y también nos rebelamos sin motivo, nos ayuda a entender por qué vuelven a actuar así.
hecho, dijo Márquez. Luego de aclarar los tres puntos anteriores, la psicóloga del Centro Médico de Diabetes, Obesidad y Especialidades, señala que es importante aprender a no juzgar sino motivarlos a hacer cosas diferentes, proactivas y dinámicas en familia. Anímelos a salir juntos.
Pregúntese: ¿Cómo podemos hacer del mundo su espacio seguro? ¿O cómo podemos ampliar sus horizontes? Es importante recordar que cada adolescente es diferente y, por tanto, es importante adaptar estas estrategias a sus necesidades individuales.