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Alba Roversi: A los 50 tuve que empezar de nuevo

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Después de trabajar duro desde los 20 años, la famosa actriz venezolana Alba Roversi planea retirarse a los 50 y vivir una vida más tranquila y cómoda.

Después de trabajar duro desde los 20 años, la famosa actriz venezolana Alba Roversi planea retirarse a los 50 y vivir una vida más tranquila y cómoda. lo que logró en innumerables papeles exitosos en telenovelas. Viviendo en su Venezuela natal, ya contaba con una buena base económica y bienes por lo que soñaba con irse a vivir a la isla de Margarita, donde tenía una casa y ocasionalmente conseguía trabajos, creando un negocio que podría ser una escuela.

, taller de teatro. , pero completamente a gusto, porque entendió que se lo merecía después de trabajar desde muy joven, muchos ensayos y muchas grabaciones. Pero el destino tiene otros planos para grabar a la protagonista de la telenovela Ligia Elena, donde el ermitaño se divierte y goza, debido a una escena tremendo dominio en, desde hace muchos años 80 hacía llorar a la teleudiencia cuando su sufría galán Guillermo Dávila (Ignacio en la trama).

Alba tiene ahora 62 años, habla con orgullo y que ha logrado muchas cosas con una ilusión admirable, diciendo que es maravilloso creer en uno mismo como persona. Siempre sonriendo y compartiendo sus días con sus seguidores en las redes sociales, la chica venezolana trabaja como repartidora de paquetes en Las Vegas, vende hallacas durante la Navidad, pero muchos de sus compañeros también la apoyan comprándole su famoso sándwich peligroso. Alba abandonó el país cuando el trabajo escaseó y dejaron de realizarse producciones populares que triunfaban en el exterior.

Se fue por tres meses a hacer teatro en otros países, pero viendo que las cosas empeoraban en Venezuela y gastando sus ahorros, decidió buscar la manera de ganarse la vida. Leer más: Maná, Charytín y María Conchita en De Calle En Las Vegas, su cuñado tenía una empresa de entrega de paquetería y le asignó una ruta a ella y otra a su esposo Richard González, en 2019, un trabajo que duró cerca de dos años y medio, incluso jefe del difícil período de Covid – 19. Pandemia 19 y trabajo 15 horas al día.

Alba ha demostrado que, tal y como afirma, no es una mujer con el ego inflado y que se gana la vida sin complicaciones. Durante estos años volvió a dirigir telenovelas y producciones teatrales, pero continuó vendiendo hallacas y sándwiches con su amigo el artista venezolano Enrique Salas, debido a sus obras, cuya participación ya no es tan rica como antes. Desde que salí del interior donde crecí, mi objetivo siempre ha sido salir adelante, mantener a mi familia, devolver todo lo que me dieron, no veo cosas como: ¡joder, qué puedo hacer!

No, lo vi como algo nuevo, algo hermoso, como si tuviera la capacidad de hacer cualquier cosa que se me presentara. No soy una mujer con un ego alto. Lo que sí es seguro es que si hago arepas o hallacas siempre serán las mejores.

No me cuestiono y no considero un problema hacer algo que no tiene que ver con mi carrera, no me da vergüenza ni vergüenza, no.

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