El concierto del viernes de Alejandro Fernández, El Potrillo, fue el mejor del país. La vida de un artista es la vida de un nómada. Ahora está de regreso con Amor y Patria, todavía con banda y mariachis.
Solo de trompeta y ruido de fondo. Tuba, violín e incluso acordeón. Luego de la inauguración, subió al escenario el hijo de Vicente Fernández.
Su padre, junto con Jorge Negrete y Pedro Infante, formaron la santísima trinidad de la música ranchera. El Potrillo es por tanto el príncipe de esta monarquía. En concierto: Diviértete haciéndole hueco a Es la mujer y Estuve de Joan Sebastian.
El trío de canciones quemó simultáneamente las gargantas gigantes de unas 6 u 8 mil personas. Agradeció a Santo Domingo porque hace muchos años no estábamos allí. La vez más reciente fue en Hard Rock Hotel & Casino Punta Cana con Hecho en México, 5 de marzo de 2022.
Antes, el 12 de octubre de 2019, me alojé en la habitación Filmore del mismo hotel. ¿En qué se diferencia de este viernes en el Palacio de los Deportes? En primer lugar, se dirige a una audiencia más diversa.
Mucha gente nunca antes lo había visto en persona. En segundo lugar, la puesta en escena de este concierto es mucho más refinada, con un acabado de 28 quilates. Una línea de gráfica que nace del art déco, el barroco tropical, la geometría poliédrica y la estética k-pop.
No pasa por alto esta estética de José Guadalupe Posada en relación a Catrina y el Día de Muertos. Desde maquillaje hasta calaveras infantiles. Todo ello dispuesto en exposición recuerda el carácter piramidal de Teotihuacán o Chichén Itzá.
En tercer lugar, no sólo estaba más alerta sino también más feliz. Así que mejor concéntrese y brinde más al público. Que hablen misa; Si supieras y no sé olvidar las cosas atractivas; y el super hit Hoy te quiero, continuaron el concierto.
Continuó con Te he olvidado y te perderé. Luego entregó Ces Jalousie, una de las más cantadas. De hecho, casi todos lo son.
Y este segmento rompió con So Much Shame. Volvió a compartir con el público. Bésame; Esto y mucho más, y tu amor me hace sentir tan bien.
Detrás está Deception, con un casco ligero. Dupletazo: Que haría y que vergüenza. Termine el segmento con Sé que te duele.
Entró en la parte final del concierto con Te quiero de vuelta y Te quiero de vuelta y me dedico a perderte, una de sus canciones más trascendentes. Rompe el tempo y el ritmo con Canta corazón, nada menos que la anterior. Y Nube Viajera, dedicada a su padre.
Recordó erróneamente que había regresado a casa con su padre. Pero ciertamente ha causado confusión en el país. Lamentablemente, según entiende el abajo firmante, Vicente Fernández nunca ha aparecido en República Dominicana.
De José Alfredo Jiménez canta: Ella (Estoy cansada de rogarle). Allí sacó la bandera mexicana. Si nos dejan.
Ahí es donde entran los dominicanos. Y la famosa Serenata Huasteca (Qué harías / Si de verdad me quisieras). Se despidió durante el concierto posterior a Se me va la voz.
Una ola de teléfonos celulares se encendió después de que abandonó el lugar; El público exige ñapa. Y no falta. El bis fue de Caballero, seguido de Mátalas.
Detrás del que suscribe oí una voz de tenor, muy bien colocada y precisa. Cantar rancheras históricas. Es padre de su colega Wanda Sánchez, quien debería haber tenido espacio en el escenario.
Un popurrí con canciones de Vicente Fernández incluye Cómo te olvidé (de Federico Méndez). Y obviamente El Rey, también de José Alfredo Jiménez. Fin del concierto con Estrella.
Y hasta la próxima, seguro que nos volvemos a ver pronto, algo así como el año que viene.
