También conocida como alimentación consciente, se practica con la intención de hacer que el acto de comer sea menos automático y más beneficioso. El mindfulness comer o alimentación consciente es una práctica que llama a las personas a prestar total atención a todo el proceso que implica el acto de comer. Esto significa que la persona se centra intencionalmente en ser consciente de todas las sensaciones que surgen al comer, desde el hambre, elegir la comida, prepararla, disfrutarla y comprobar si hay signos de saciedad.
La alimentación consciente se practica con el objetivo de hacer menos automático el acto de comer, se intenta que la persona respete sus necesidades fisiológicas en cuanto a la alimentación con el objetivo de que la relación con la comida sea mejor y la comida se vuelva saludable. Los beneficios de una alimentación consciente son muchos, los más destacados por diversos autores son: primero. Mindfulness: Promueve la atención consciente a los hábitos alimentarios, identifica hábitos alimentarios emocionales y mejora la relación con la comida.
2. Reducir el estrés: Al practicar una alimentación consciente, los niveles de ansiedad relacionados con la comida disminuirán, lo que resultará en una experiencia alimentaria más satisfactoria. 3.
Mejorar la digestión: Masticar bien los alimentos puede mejorar la digestión y la absorción de nutrientes. 4. Prevenir el sobrepeso: Prestar atención a las señales internas de hambre y saciedad puede reducir la tendencia a comer en exceso.
Practicar una alimentación consciente implica varios pasos: 1. Mindfulness antes de comer: Tómate un momento para observar tu comida. 2.
Mastica con atención: come despacio, mastica bien y saborea cada bocado. 3. Escuche a su cuerpo: preste atención a las señales de hambre y saciedad de su cuerpo.
Es importante recordar que la alimentación consciente no sustituye a la psicoterapia. Si enfrenta un trastorno alimentario u otros problemas de salud mental, es esencial buscar ayuda profesional para abordar estos desafíos de manera integral. La alimentación consciente puede ser una herramienta valiosa en el camino hacia una relación más saludable con la comida y el cuerpo, pero debe complementarse con un enfoque terapéutico integral y adecuado.