Por: Dra. Carmen Elisa Bueno-Nutricionista Clínica-Bariatra-Nutricionista/ @drabueno Según el sistema de clasificación NOVA, desarrollado en 2010 por expertos de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, los alimentos ultraprocesados son formulaciones industriales de ingredientes que se someten a una serie de procesos físicos, químicos, estudios químicos y biológicos. A menudo contienen altos niveles de azúcar añadido, sal y grasas saturadas, y están diseñados para ser sabrosos y portátiles, atrayendo la atención de ciertos grupos demográficos, como niños y adolescentes.
La adicción a los alimentos ultraprocesados se debe a la palatabilidad de los alimentos, por eso los hace tan deliciosos. La combinación de sus componentes principales no es una casualidad sino un diseño estratégico que pretende combinar aspectos tanto fisiológicos como psicológicos. Nuestros cerebros tienen mecanismos de recompensa que se activan en muchas situaciones a lo largo del día que crean placer, uno de los cuales es comer.
Cada vez que comemos esta mezcla de azúcar, grasas saturadas, sal y harina refinada, nuestro cerebro sentirá placer y esto hará que anhelemos más este alimento (Lennerz. B, 2018). Los alimentos ultraprocesados incluyen productos como refrescos, caramelos, galletas, pasteles, barritas energéticas, cajas de zumos, patatas fritas, hot dogs, muchos tipos de pan y cereales envasados, sopas y cremas de avellanas, etc.
A menudo están enriquecidos con sabores, colorantes, edulcorantes artificiales u otros aditivos. Las listas de ingredientes pueden ser largas y contener altos valores calóricos. El alto consumo de alimentos ultraprocesados y su impacto en la salud se debe al mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, dislipidemia en niños y adultos, obesidad, diabetes, asma, alergias y respuesta, a ciertos tipos de cáncer que se investigan y la relación.
a la salud mental. . Tiene relación con entidades como la depresión, la ansiedad y los trastornos alimentarios.
No es necesario evitar ni alcanzar la obsesión total, pero sí es aconsejable limitar la frecuencia y cantidad de su consumo en favor de alimentos frescos o mínimamente procesados acompañados de un estilo de vida saludable, teniendo en cuenta el impacto de un exceso o predominio de estos. alimentos en nuestra vida diaria. Esta columna es una sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo.
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