Órgano.- La cebada, un cultivo ancestral con más de 4.000 años de historia y muy similar al trigo, se utilizó originalmente para hacer pan, pero con el tiempo el trigo tomó su lugar. Hoy en día, este grano se incluye en la cocina de guisos, ensaladas, pastas y sopas. Según la guía de nutrición de la Universidad de Harvard, la cebada es especialmente rica en un tipo de fibra soluble llamada betaglucano, conocida por su capacidad para ayudar a controlar los niveles de azúcar y colesterol.
De hecho, la cebada contiene aproximadamente tres veces más fibra por porción que la avena y es una fuente buena o excelente de varias vitaminas y minerales. Una de las principales razones por las que este grano es beneficioso para las personas que necesitan controlar sus niveles de azúcar en sangre, como los pacientes con diabetes tipo 2. Según la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, esto se debe a que los carbohidratos complejos ayudan a controlar el azúcar en sangre mejor que los cereales refinados.
Aunque la cebada es más conocida por su uso en la producción industrial de cerveza, whisky y ginebra, así como para la creación de vinagres dulces, es un grano muy versátil para incorporar a la comida cotidiana de las personas, como sándwiches, risottos o platos combinados. . -Papas fritas, vegetarianos.
Una encuesta publicada en Diabetology International concluyó que la cebada, cuando se incluye en la dieta en combinación con arroz, se considera una opción de tratamiento beneficiosa porque ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre después de las comidas en personas con diabetes tipo 2. Esta disminución se observó tanto en pacientes sin tratamiento previo como en pacientes con metformina. Según la Clínica Mayo, la fibra regula el tránsito intestinal, favorece la formación de heces espesas y previene el estreñimiento.
También contribuye a la salud del colon, reduce el riesgo de hemorroides, enfermedad diverticular y puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal. Los expertos están estudiando los efectos de la fermentación de la fibra en el colon y su papel en la prevención de enfermedades intestinales. Cabe mencionar que, según MedlinePlus, el sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.
UU., la ingesta diaria recomendada de fibra para adultos entre 19 y 50 años es de 38 gramos para hombres y 25 gramos para mujeres. Según información proporcionada por el USDA, por cada 100 gramos de cebada, encontrarás unos 2,5 mg de hierro. Según los Institutos Nacionales de Salud de EE.
UU. (NIH), este mineral se almacena en los músculos, el hígado, el bazo y la médula ósea. Si se reduce esta reserva, puede producirse anemia ferropénica, caracterizada por una disminución del tamaño de los glóbulos rojos y de su contenido en hemoglobina, afectando el transporte de oxígeno desde la sangre a los órganos y tejidos del cuerpo.